sábado, 30 de mayo de 2009

ENFERMEDAD CELÍACA y flora intestinal


Yolanda Sanz, del CSIC (DM)

Diariomedico.com
Demuestran la relación de la flora intestinal con la enfermedad celíaca
Redacción - Miércoles, 27 de Mayo de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

Yolanda Sanz
El hallazgo se publica en el último número de la revista Gut y sienta las bases para el desarrollo de futuras estrategias de intervención nutricional que contribuyan a restablecer el equilibro intestinal del paciente celíaco y a mejorar su calidad de vida.

Los análisis microbiológicos han demostrado que la microflora del intestino de los celíacos presenta una mayor concentración de bacterias potencialmente perjudiciales, bacteroides y enterobacterias, y una reducción de bacterias beneficiosas, como las bifidobacterias.

"El restablecimiento de la composición de la microflora intestinal tras la dieta sin gluten tan sólo es parcial, lo que demuestra que las alteraciones microbiológicas no son sólo una consecuencia secundaria del proceso inflamatorio asociado a la fase activa de la enfermedad", ha señalado la investigadora del CSIC.

Factores de virulencia
Asimismo, se han identificado factores de virulencia en enterobacterias que colonizan el intestino de los pacientes celíacos, que sugieren su participación en el proceso de patogénesis (origen y desarrollo) de la enfermedad celíaca, lo que se puede sumar a los efectos tóxicos del gluten.

En esta línea, los científicos han evaluado la capacidad del intestino delgado de los pacientes celíacos para degradar el gluten. Los autores del trabajo llevaron a cabo análisis de zimogramas de gliadina utilizando una solución proteica completa procedente de la mucosa duodenal de estos pacientes celíacos.

Según ha explicado Sanz, "contrariamente a lo esperado, las muestras de duodeno de los celíacos mostraron mayor capacidad para degradar la gliadina -una de las proteínas que componen el gluten- que la de los individuos sin intolerancia al gluten, consecuencia de la actividad de la flora bacteriana de estos pacientes. Esta degradación parcial de la gliadina podría dar lugar a la generación de fragmentos peptídicos nocivos para el celíaco".

Junto al equipo coordinado por Sanz, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC, en Burjassot (Valencia), han participado investigadores del Instituto de Biología y Genética Molecular, centro mixto del CSIC y de la Universidad de Valladolid.
(Gut DOI: 10.1136/ gut.2008.167296).

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