Crean el primer colchón de cuna que reduce en un 72% el riesgo de muerte súbita en bebés

Valencia (13/02/2014) - Redacción

• Investigadores de varias entidades han unido sus conocimientos para dar a luz a BabyKeeper

• La eficacia de este colchón se basa, fundamentalmente, en un núcleo realizado con biomaterial, basado en los propios elementos que ofrece la naturaleza, que reduce la reinhalación de CO2 que el bebé produce al respirar. Contiene materiales que favorecen la transpiración, evacuando el calor y cuidando del aire que respira el bebé

• Posee una gran capacidad para evacuar los líquidos producidos por vómitos, por lo que se reduce el riesgo de posibles obstrucciones de las vías respiratorias

El Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI) ha desarrollado un innovador colchón de cuna capaz de reducir el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL) hasta en un 72 por ciento. Han sido necesarios cuatro años de investigación y desarrollo para su concepción y diseño en los que también han intervenido numerosos profesionales e instituciones como el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), el Instituto Valenciano del Textil AITEX y la Unidad de Pediatría del Hospital Quirón de Valencia.

Multitud de estudios técnicos y ensayos con sujetos han servido para dar a luz Babykeeper, el primer colchón de cuna que ha pasado con éxito todos los exámenes sanitarios que marca la Unión Europea, entre ellos el marcado CE que lo certifica como producto sanitario. Su principal característica es la capacidad para reducir los riesgos del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), la causa más frecuente de mortalidad infantil en el primer año de vida de un niño.

Sin una explicación clara, sin un tratamiento eficaz y sin un diagnóstico preciso, es un problema que, en la actualidad, sólo puede afrontarse desde la prevención. Y el colchón BabyKeeper, certificado por la Agencia Española del Medicamento como producto sanitario, ha demostrado su capacidad en este sentido. Su eficacia se basa, fundamentalmente, en un núcleo realizado con biomaterial basado en los propios elementos que ofrece la naturaleza que reduce la reinhalación de CO2 que el bebé produce al respirar. Este colchón de cuna contiene unos materiales que favorecen la transpiración, evacuando el calor y cuidando del aire que respira el bebé.

Por otra parte, posee una gran capacidad para evacuar los líquidos producidos por vómitos, por lo que se reduce el riesgo de posibles obstrucciones de las vías respiratorias. Pero el perfeccionamiento de este colchón de cuna va más allá al aunar también una firmeza óptima que ofrece seguridad y confort al bebé.

Tomás Zamora, director del Departamento de Innovación del Instituto Europeo de Calidad del Sueño (ESCI), destaca que en el mundo del descanso del bebé "rara vez se ha considerado el colchón como un elemento importante". En los consumidores no existe una percepción de riesgo en los colchones para bebé, como sí que está patente en el caso de los juguetes, a los que se les exige pruebas exhaustivas para conseguir el sello CE y evitar accidentes. Sin embargo, según el tipo de colchón en el que duerma el bebé tendrá mejor o peor descanso y mayor o menor riesgo de padecer la temida "muerte en la cuna".