miércoles, 5 de junio de 2013

Un fármaco podría funcionar contra el cáncer de tiroides avanzado: MedlinePlus

Un fármaco podría funcionar contra el cáncer de tiroides avanzado: MedlinePlus

 

Un fármaco podría funcionar contra el cáncer de tiroides avanzado

El sorafenib pareció retrasar el avance de la enfermedad y reducir los tumores en un estudio inicial

Traducido del inglés: lunes, 3 de junio, 2013
Imagen de noticias HealthDay
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DOMINGO, 2 de junio (HealthDay News) -- Un medicamento que ya se usa para los cánceres de riñón y de hígado avanzados podría ayudar a ralentizar el avance de los cánceres de tiroides que no responden al tratamiento estándar, halla un ensayo clínico reciente.
Los investigadores hallaron que el fármaco, llamado sorafenib (Nexavar) y que se toma en forma de pastilla, casi duplicó el tiempo en que los pacientes no experimentaban una progresión, de unos seis a once meses.
No es una cura y todavía nadie sabe si el sorafenib ayudará en última instancia a alargar las vidas de las personas. Pero los expertos dijeron que los hallazgos ofrecen alguna esperanza a un grupo de pacientes que actualmente carece de buenas opciones.
"Si podemos controlar la enfermedad y hacerlo con una toxicidad tolerable, es algo positivo", afirmó el Dr. Gregory Masters, oncólogo médico que no participó en la investigación.
En general, el cáncer de tiroides es una enfermedad altamente curable. Pero alrededor del diez por ciento de los pacientes no responden a los tratamientos principales, que son la cirugía y el yodo radioactivo, un tipo de radiación que se administra en forma de líquido o de pastilla.
En promedio, esos pacientes sobreviven unos dos o tres años más, apuntó la Dra. Marcia Brose, de la Universidad de Pensilvania, investigadora principal del nuevo estudio.
"Con este estudio hemos dado un gran paso", afirmó Brose. "El mensaje para estos pacientes es que hay esperanzas".
Los hallazgos provienen de un ensayo internacional con 417 pacientes de cáncer de tiroides que no respondían al tratamiento estándar y que se había propagado más allá de la tiroides, una glándula en el cuello que secreta hormonas que controlan el metabolismo.
Alrededor de la mitad de los pacientes se asignaron al azar para tomar sorafenib, mientras que los demás recibieron un placebo. En general, el 42 por ciento de los pacientes de sorafenib no presentaron un avance del cáncer durante al menos seis meses, frente a un tercio de los pacientes que tomaron el placebo. Y el 12 por ciento de los pacientes que tomaron el fármaco experimentaron una reducción de sus tumores de un 30 por ciento o más, frente el 0.5 por ciento del grupo del placebo.
Brose presentará los hallazgos el domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO), en Chicago. Brose es una asesora pagada de Bayer HealthCare y de Onyx Pharmaceuticals, que comercializan el Nexavar en conjunto y que financiaron el ensayo.
Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
El sorafenib todavía no ha obtenido la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. para el tratamiento del cáncer de tiroides. Si lo logra, sería el primer fármaco nuevo para el tratamiento de la enfermedad en casi 40 años.
La glándula tiroides se halla en el cuello y secreta hormonas que tienen que ver con el metabolismo. El cáncer de tiroides, que se diagnostica en unos 60,000 estadounidenses cada año, tiene una alta tasa de curación. Un hecho que, de cierta forma, ha desfavorecido a los pocos pacientes que tienen tumores resistentes, señaló Brose.
"Ha provocado la percepción errónea de que esta enfermedad está resuelta", planteó.
Tampoco es que no haya habido investigaciones sobre formas de ayudar a los pacientes con cáncer de tiroides resistente, apuntó Brose. Pero los medicamentos de quimioterapia que se han probado han logrado poco éxito. La doxorrubicina fue el último medicamento aprobado para el cáncer de tiroides avanzado, en 1974, pero los médicos lo usan raras veces porque sus beneficios son menores y sus efectos secundarios son graves.
Pero ahora hay fármacos de quimioterapia más recientes, conocidos como dirigidos, que están diseñados para centrarse en las células tumorales y no afectar a las células sanas. El sorafenib es uno de éstos. Se halla en una clase conocida como inhibidores de la quinasa y bloquea ciertas encimas que ayudan a fomentar el crecimiento y la propagación de las células tumorales.
"Nos emociona contar con una opción para esos pacientes que tiene menos toxicidad", afirmó Masters, vocero de la ASCO que se especializa en los cánceres de la garganta y del pecho. Y dado que se trata de un medicamento oral, evita que las personas tengan que acudir al hospital para el tratamiento, añadió.
En el ensayo, los efectos secundarios más comunes fueron reacciones cutáneas en las manos y en los pies, diarrea, pérdida del pelo, fatiga y pérdida del peso, lo que se ha observado con el medicamento en otros cánceres. "Los efectos secundarios fueron tolerables para los pacientes", aseguró Brose.
Quedan preguntas sin responder, entre ellas si el sorafenib da a los pacientes la oportunidad de alargar sus vidas. "No lo sabremos hasta dentro de unos años", dijo Brose. Y no hay forma de predecir si la FDA dará su aprobación para que el medicamento se utilice en el cáncer de tiroides, ni cuándo.
Dado que el sorafenib está aprobado para otros cánceres, los médicos lo pueden usar para el cáncer de tiroides "fuera de etiqueta". Sin embargo, eso hace que la cobertura del seguro sea un problema difícil, y el fármaco cuesta varios miles de dólares al mes.
"La mayoría de personas no podrían pagarlo solas", lamentó Masters. Anotó que quizás las compañías de seguro paguen, pero los médicos tienen que resolverlo con los planes de salud en cada caso.
Si la FDA aprueba el sorafenib específicamente para el cáncer de tiroides, eso haría que la cobertura de seguro fuera mucho más fácil para los pacientes, enfatizó Masters.
Añadió que el sorafenib no es el único fármaco que se está estudiando para los casos resistentes de cáncer de tiroides. También se están evaluando otros tipos más nuevos y dirigidos de medicamentos.
Brose, autora del estudio, dijo que eso es una buena noticia para un grupo de pacientes que quizás hayan pensado que su enfermedad había caído en el olvido. "Hay opciones disponibles y los investigadores las están examinando", aseguró.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Marcia S. Brose, M.D., Ph.D., assistant professor, otorhinolaryngology, head and neck surgery, Abramson Cancer Center, University of Pennsylvania, Philadelphia; Gregory Masters, M.D., spokesperson, American Society of Clinical Oncology (ASCO); June 2, 2013, presentation, ASCO meeting, Chicago
HealthDay

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