2 científicos de dilatada trayectoria
Hígado y microbiota, vanguardia investigadora
La enfermedad hepática y la microbiota han recibido los Premios Fundación Lilly 2013 de investigación biomédica.
Redaccion | dmredaccion@diariomedico.com | 13/06/2013 00:00
Los profesores Jaume Bosch, director científico del Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd) y catedrático de Medicina del Hospital Clínico de Barcelona, y Andrés Moya, director científico del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana (Csisp-Fisabio) y catedrático de Genética de la Universidad de Valencia, recibieron ayer los Premios Fundación Lilly de Investigación Biomédica 2013, en las categorías de investigación Clínica y Preclínica, respectivamente.
El objetivo de este galardón -reconocer la trayectoria científica de excelencia de investigadores españoles y su contribución al desarrollo de la biomedicina y las ciencias de la salud en España- se ha materializado en dos hombres de ciencia de dilatada trayectoria.
Pionero en hepatología
Los estudios de Bosch, segundo investigador más importante en producción científica en el ámbito mundial en hepatopatías y primero en España, han contribuido a reducir la mortalidad por las complicaciones de la cirrosis a un 16 por ciento, cuando hace veinte años era de un 50 por ciento. Actualmente, su equipo estudia dos vías para mejorar la supervivencia de las cirrosis con hipertensión portal: por un lado, nuevos métodos para mantener las funciones hepáticas durante más tiempo y mejorar la estrategia del trasplante; por otro, diseñar nuevos métodos de evaluación de la hipertensión portal para aplicar tratamientos de rescate de forma precoz.
Andrés Moya ha sido premiado por sus investigaciones en el campo de la genómica y la evolución de microorganismos como bacterias y virus. Su aportación a la ciencia española ha situado a nuestro país como pionero en esta disciplina. Así, sus investigaciones permitirán conocer cómo los microorganismos que conviven con nosotros influyen -de forma beneficiosa o negativa- en nuestra salud y diseñar productos prebióticos y probióticos para tratar las alteraciones de la microbiota.
El equipo de este especialista está estudiando la relación entre las modificaciones en la fauna microorgánica intestinal y enfermedades crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el VIH. En esta última vía de investigación, aunque incipiente, sugiere que la microbiota de pacientes que han respondido positivamente al tratamiento con antivirales difiere de la de sujetos sanos. Los estudios determinarán si un tratamiento con prebióticos puede restaurar o mejorar la función de la microbiota y de otros indicadores relacionados con el virus del sida.
El objetivo de este galardón -reconocer la trayectoria científica de excelencia de investigadores españoles y su contribución al desarrollo de la biomedicina y las ciencias de la salud en España- se ha materializado en dos hombres de ciencia de dilatada trayectoria.
Pionero en hepatología
Los estudios de Bosch, segundo investigador más importante en producción científica en el ámbito mundial en hepatopatías y primero en España, han contribuido a reducir la mortalidad por las complicaciones de la cirrosis a un 16 por ciento, cuando hace veinte años era de un 50 por ciento. Actualmente, su equipo estudia dos vías para mejorar la supervivencia de las cirrosis con hipertensión portal: por un lado, nuevos métodos para mantener las funciones hepáticas durante más tiempo y mejorar la estrategia del trasplante; por otro, diseñar nuevos métodos de evaluación de la hipertensión portal para aplicar tratamientos de rescate de forma precoz.
Andrés Moya ha sido premiado por sus investigaciones en el campo de la genómica y la evolución de microorganismos como bacterias y virus. Su aportación a la ciencia española ha situado a nuestro país como pionero en esta disciplina. Así, sus investigaciones permitirán conocer cómo los microorganismos que conviven con nosotros influyen -de forma beneficiosa o negativa- en nuestra salud y diseñar productos prebióticos y probióticos para tratar las alteraciones de la microbiota.
El equipo de este especialista está estudiando la relación entre las modificaciones en la fauna microorgánica intestinal y enfermedades crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el VIH. En esta última vía de investigación, aunque incipiente, sugiere que la microbiota de pacientes que han respondido positivamente al tratamiento con antivirales difiere de la de sujetos sanos. Los estudios determinarán si un tratamiento con prebióticos puede restaurar o mejorar la función de la microbiota y de otros indicadores relacionados con el virus del sida.
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