domingo, 23 de junio de 2013

estudio SEVITENSION :: El Médico Interactivo :: Batalla combinada de fármacos contra la presión arterial central

:: El Médico Interactivo :: Batalla combinada de fármacos contra la presión arterial central

Batalla combinada de fármacos contra la presión arterial central


Milán (22-24/06/2013) - Nekane Lauzirika

• El estudio SEVITENSION, presentado en el Congreso Europeo de Hipertensión de Milán, revela una mayor eficacia del medicamento mixto de olmesartán y amlodipino frente al de perindopril y amlodipino para reducir la hipertensión central

• "Las mejoras terapéuticas contribuirán a que alcancemos la ambiciosa meta de controlar la presión arterial del 70 por ciento de los pacientes hipertensos para el año 2015", aseguró Ruilope

•  Las nuevas guías europeas de hipertensión arterial establecen como objetivo una presión sistólica inferior a 140 mm/hg para todo tipo de pacientes


Con los riesgos cardiovasculares en la parte alta del ranking de morbilidad en las sociedades occidentales, reducir los factores que producen estos riesgos resultan de vital importancia. Entre estos factores a rebajar, la presión arterial es un elemento clave. En esta secuencia de actuación se dio a conocer en el 23º Congreso de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH 2013), celebrado el pasado fin de semana en Milán, el estudio SEVITENSION que propone una toma dual de dos medicamentos ya conocidos olmesartán y amlodipino que presentan una mayor eficacia en la reducción de la presión arterial que la combinación hasta ahora más habitual de perindopril y amlodipino. Además, se ha comprobado que se reduce no solo la presión arterial tomada en el brazo o braquial, sino que rebaja sensiblemente la denominada presión arterial central, la que se toma en las arterias centrales, que es la que refleja del modo más apropiado la verdadera presión sanguínea que soportan los órganos internos. Esta presión en los órganos internos es en realidad el mejor indicador del daño orgánico y del posible riesgo de eventos cardiovasculares, un indicador mucho más exacto que la presión braquial.

El olmesartán es un potente antagonista de los receptores del sistema renal que controla la presión sanguínea por lo que con su toma se reduce de la hormona angiotensina II, obteniendo como resultado la vasodilatación y reducción de presión arterial. Por su parte, el amlodipino actúa relajando los músculos de las paredes de los vasos sanguíneos y en consecuencia disminuyendo la presión arterial global.

Al combinar ambos en dosis fijas de un comprimido diario (comercializado como Sevikar) se obtiene una potentísima profunda acción hipertensiva proporcionando a los pacientes unos niveles de presión arterial totalmente normales.


Más opciones terapéuticas
En el estudio SEVITENSION, dirigido por el profesor José Miguel Ruilope, responsable de la Unidad de Hipertensión Arterial 12 de Octubre de Madrid, intervinieron 600 pacientes, algunos de ellos de distintos hospitales del Estado. "Trabajos como éste –que demuestra los beneficios de la combinación olmesartán/amlodipino para reducir la presión arterial central- proporcionan importantes conocimientos que nos ayudan a los médicos a seleccionar las mejores opciones de tratamiento para el manejo más efectivo y conveniente de la hipertensión y proteger de una forma más adecuada al paciente. Estas mejoras contribuirán a que alcancemos la ambiciosa meta de controlar la presión arterial del 70 por ciento de los pacientes hipertensos para el año 2015", aseguró Ruilope.

Esta combinación de fármacos, avalada en consulta y en monitorización ambulatoria, demostraría su potencia para reducir el daño que una inadecuada presión arterial central ejercería sobre el corazón, riñones y cerebro. "Aunque por ahora estas mediciones tan solo se llevan a cabo en los hospitales, cada vez se simplifican más los aparatos detectores", reconoció el especialista del 12 de Octubre.


Las recomendaciones de las nuevas guías
En el Congreso de la ESH, la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología y (ESH y ESC, sus siglas inglés), presentó sus guías para el tratamiento de la hipertensión arterial, cuya última versión era de 2007. Para dar a conocer las nuevas guías a los profesionales sanitarios españoles, la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA) y Daiichi Sankyo, laboratorio farmacéutico comprometido con la innovación continua en el ámbito de la hipertensión, presentaron las guías en un evento celebrado en la Casa del Corazón, sede de la SEC en Madrid, que se retransmitió por streaming a otras 25 sedes repartidas por todo el Estado, así como a todos los internautas interesados a través de la web de la SEC. La reunión sirvió también para realizar un repaso de las últimas novedades recogidas en las guías 2013 sobre el tratamiento de la hipertensión arterial, enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la primera causa de mortalidad a nivel mundial.

En este sentido, el doctor Josep Redón, presidente de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH), aseguró que "es fundamental la consideración de la hipertensión como un factor de riesgo para la salud de primera magnitud, tanto por parte de los médicos como de los pacientes y la población general. De ahí, la importancia de las nuevas guías radica en que permitirán a los profesionales sanitarios un mejor control de los niveles de hipertensión de sus pacientes y, por tanto, de los factores de riesgo asociados", recalcó el especialista valenciano.


Carácter formativo
En la elaboración de la edición 2013 de las guías de tratamiento de la hipertensión han estado implicados numerosos expertos tanto de la ESC como de la ESH durante un periodo de 18 meses. Según la doctora Nieves Martell, presidenta de la Sociedad Española de Hipertensión–Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA), "las nuevas guías tienen un carácter eminentemente formativo y ofrecen respuestas a muchas de las preguntas que pueden surgir en la práctica diaria. Además, en las guías se detalla la clase y grado de evidencia de las recomendaciones, lo que sin duda será de gran ayuda para que los médicos podamos alcanzar los objetivos de presión arterial propuestos para nuestros pacientes".

Desde el punto de vista del cardiólogo, el Vicente Bertomeu, presidente de la SEC, destaca: "El 70 por ciento de los pacientes que tratamos los cardiólogos son hipertensos. La hipertensión arterial es el principal determinante de mortalidad cardiovascular, especialmente en pacientes de alto riesgo. Por tanto, el control de la hipertensión en dichos pacientes es un objetivo prioritario para los cardiólogos y una condición imprescindible para reducir las tasas de mortalidad".


Las principales novedades
Entre las innovaciones de las guías para el tratamiento de la hipertensión destacan la recomendación de un único objetivo de presión arterial sistólica para la práctica totalidad de pacientes de < 140mmHg. En las guías 2007 se establecían objetivos diferenciados según el tipo de paciente (140/90mmHg en pacientes de riesgo bajo a moderado y 130/80mmHg en pacientes de alto riesgo), pero los autores señalan que no hay evidencias suficientes que justifiquen mantener distintas metas de presión arterial.


Las guías abogan por un incremento del rol de la automonitorización de la presión arterial (AMPA), junto a la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA)

Asimismo recomiendan una mayor importancia del daño orgánico global y el manejo de todos los factores de riesgo cardiovascular y de otras enfermedades a la hora de abordar la hipertensión. Del mismo modo, hacen especial énfasis en el tratamiento personalizado de la hipertensión en grupos específicos como, por ejemplo, diabéticos, jóvenes, ancianos y mujeres embarazadas.

En esta misma línea, las guías subrayan que no existen recomendaciones específicas en cuanto a terapias y, en lugar de presentar una jerarquía, se promueve el tratamiento individualizado en el que los doctores decidan qué medicamentos prescribir a sus pacientes en función de su condición.

Por último, recomiendan el uso de combinaciones a dosis fijas (CDF) de dos o más fármacos ya que simplifican el tratamiento y favorecen el cumplimiento terapéutico de los pacientes. Esto redunda en un mejor control de la hipertensión y, por tanto, disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares y los costes asociados para los sistemas de salud.

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