Un 30% de disfunciones eréctiles no se benefician de los tratamientos actuales

En estos momentos hay 400 fármacos en investigación. Los ensayos intentan vías distintas a la PDE5, como la de la Rho-cinasa y la de la arginina.

María R. Lagoa | Vigo | 19/02/2013 17:10

Venancio Chantada, del Complejo Hospitalario de La Coruña. ()

El Grupo Uroandrológico de la Asociación Española de Urología, reunido en La Coruña, ha revisado, entre otras novedades relacionadas con la investigación básica, los fármacos en fase de experimentación y ensayo clínico para andrología. "Son muchos los laboratorios y equipos del mundo que trabajan en estos trastornos, ya que la disfunción sexual es una enfermedad reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud y que repercute en la salud general del varón, así que todos los tratamientos que mejoren esta función serán beneficiosos para el bienestar de los afectados", según Venancio Chantada Abal, organizador del encuentro y jefe del Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac).

Las líneas de investigación buscan potenciar los mecanismos que facilitan un mayor aporte sanguíneo a los cuerpos cavernosos del pene mediante la dilatación de las arterias cavernosas y de los sinusoides. Se trata de aumentar el flujo de la sangre a los cuerpos cavernosos y de mejorar la contractilidad del músculo cavernoso potenciando una de las vías metabólicas y bioquímicas que suceden en la erección.
"En este proceso fisiológico intervienen multitud de sustancias que activan en cadena una cascada de transmisores y potenciadores. Si podemos encontrar fármacos que aumenten la señal alterada de estos transmisores, devolveremos la normalidad a los tejidos eréctiles", ha explicado Chantada.

"La oferta en nuevos medicamentos posibilitará, además de tratar a un mayor número de pacientes, hacerlo con más eficiencia y seguridad"

En Estados Unidos, Brasil y Corea ya se han comercializado nuevos fármacos, concretamente, avanafilo, udenafilo y lodenafilo, pero son inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5), como los ya conocidos en nuestro país (sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo) y, por tanto, con un perfil y efectos adversos similares. Los que están en investigación intentan otros caminos, fundamentalmente la vía de la Rho-cinasa y de la arginina.

Es pronto para afirmar beneficios concretos pero crecerá el abanico terapéutico: "Lo que sí sucederá es que se ampliarán las opciones terapéuticas porque alrededor del 30 por ciento no responden a los fármacos actuales o tienen contraindicaciones para ellos, como es el caso de las personas que toman nitratos como vasodilatadores coronarios y no pueden ser tratados con los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5. Con los nuevos fármacos podremos tratar más pacientes con seguridad y eficacia".

Terapia celular
De hecho, uno de los ya comercializados, el lodenafilo, se puede compatibilizar con nitratos porque tienen una vida media en sangre muy corta y se evita la interacción de ambos medicamentos. No obstante, habrá que esperar al menos cinco años para poder disponer de nuevos fármacos.

Por otra parte, varios laboratorios en todo el mundo están utilizando células madre para regenerar el tejido eréctil peneano y los resultados preliminares dan esperanzas a los expertos de contar en el futuro con otra vía de tratamiento. El objetivo es regenerar el tejido eréctil dañado en pacientes diabéticos o sometidos a cirugía radical pélvica que ha provocado una fibrosis de ese tejido por hipoxia. Los ensayos están controlados por centros punteros en investigación y, por ello, Chantada ha advertido sobre las ofertas fraudulentas en internet, sin ninguna base científica.

Abordajes conservadores

La patología prostática y la función sexual están muy relacionadas y hoy existen nuevas opciones terapéuticas que permiten tratar con un solo fármaco ambos problemas en un grupo determinado de pacientes. "En el futuro próximo muchos pacientes, de más de 50 ó 60 años, se beneficiarán de estas alternativas", ha vaticinado Venancio Chantada. En cuanto al cáncer de próstata, los especialistas han confirmado que la tendencia actual es intentar abordajes cada vez menos agresivos e igual de curativos. Si es preciso realizar una prostatectomía radical, se intentan conservar las bandeletas neurovasculares, para lo que es necesario una cirugía minuciosa y que respete la integridad de las fascias prostáticas.

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