miércoles, 20 de febrero de 2013

La cerveza en las etapas de la mujer tiene beneficios - DiarioMedico.com

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Según un manual de la SEGO

La cerveza en las etapas de la mujer tiene beneficios

La ingesta moderada puede aportar ácido fólico, vitaminas y antioxidantes.
Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.es   | 20/02/2013 17:30

Tirso Pérez
Tirso Pérez, coordinador del manual. (José Luis Pindado)
 

El consumo moderado de cerveza, con y sin alcohol, debido a su composición, puede tener efectos y beneficios especiales en las diferentes etapas de la vida de la mujer. Tras la revisión de todos los estudios españoles publicados que han analizado el efecto de la ingesta de cerveza antes y durante el embarazo, la lactancia, la menopausia y posmenopausia, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha plasmado toda la evidencia en el libro Mujer, ginecología y cerveza, que se presentó ayer en Madrid.

Según Tirso Pérez, jefe de Sección de Ginecología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, de Madrid, y coordinador del libro, su consumo moderado, dentro de la dieta mediterránea, tiene beneficios para la salud, especialmente diferenciales en la mujer.

Etapas femeninas
Hidratos de carbono, bajo contenido en calorías, sodio y alcohol, ácido fólico, fibra, silicio, potasio, magnesio... son algunos de sus ingredientes naturales. Pérez destaca la importancia del ácido fólico antes y durante la gestación en el desarrollo del tubo neural del feto. "Es una vitamina contenida en la cerveza (4 microgramos/100ml) y con una alta biodisponibilidad. El consumo moderado de cerveza sin alcohol -en el embarazo- cubriría cerca del 20 por ciento de las necesidades diarias". Además,
Pérez desmintió que se deba desaconsejar la cerveza sin alcohol durante el embarazo y la lactancia. "Su consumo eleva el contenido de antioxidantes en la leche. El 30 por ciento pasa a la leche materna y se ha hallado el mismo porcentaje en la orina de niños alimentados con suplementación".

La relación entre cerveza y el aumento de peso es otra de las ideas que Pérez lucha por desterrar, ya que 100 ml de cerveza tienen 45 kcalorias, y una caña equivaldría a 90. La cifra se reduce en la sin alcohol hasta las 20 kcal por cada 100 ml. Según él, la aparición de la barriga cervecera debe achacarse a beber grandes cantidades o a la comida que acompaña a la bebida.

Por otro lado, el consumo moderado también se relaciona con una mejora en el sistema inmunológico, sobre todo en mujeres, y los polifenoles de la cerveza se han relacionado con mayor protección frente a patologías cardiovasculares y con una reducción de los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento.

Durante la menopausia las isoflavonas podrían ayudar a mitigar el desarrollo de síntomas producidos por la reducción de estrógenos en la menopausia, y las flavonas, con un efecto estrogénico importante, inhiben la pérdida de masa ósea. Pérez resaltó los beneficios potenciales del silicio, un componente fundamental para la mineralización ósea y promueve la formación de colágeno, "que compite con el aluminio por los lugares de depósito, lo que teóricamente ayudaría a combatir el Alzheimer, que se produce por acúmulos del metal en el cerebro". Pese a las evidencias Pérez apunta que la cerveza no es un fármaco, sino que puede servir como base de estudio en varias patologías.

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