clave para diseñar tratamientos
El estado de transformación celular, diana futura en cáncer
Parece ser uno de los pasos decisivos para diseñar terapias. En la próxima década aparecerán nuevos agentes moleculares.
Javier Granda. Barcelona | 10/12/2012 00:00
El Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) ha celebrado una conferencia centrada en medicina personalizada aplicada a cáncer, un ámbito en el que se buscan puntos flacos en el metabolismo y en la genética y epigenética del cáncer que puedan ser útiles contra los tumores.
Durante los últimos 30 años el abordaje del cáncer se ha centrado en dianas como los oncogenes, responsables del desarrollo de la enfermedad. Aunque los éxitos han sido numerosos, en fechas recientes se ha confirmado que el desarrollo de fármacos como imatinib o trastuzumab ha alcanzado su cénit, con muy pocos agentes desarrollados en los últimos cinco años. Como ha señalado Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer y organizador de la jornada, apenas el 10 por ciento de los tratamientos antitumorales siguen criterios moleculares, por lo que el objetivo en la próxima década sería alcanzar, al menos, el 50 por ciento.
Posible toxicidad
"Está claro que muchos genes tienen muchos oncogenes, mientras que otros no. Y muchas de las aberraciones genéticas de los cánceres se deben a la pérdida de función de ese gen que, como no es una diana, nos conduce a un camino sin salida. Creo que comienza ahora una era en la que no se tendrá éxito buscando oncogenes como dianas. Se habla de combinar diferentes inhibidores, pero pienso que eso causará más toxicidad que no tolerarán los pacientes", ha recalcado Tak Mak, director del Instituto Campbell Family para la Investigación de Cáncer de Mama en el Hospital Princesa Margarita, de Toronto (Canadá).
En su opinión, la pregunta que hay que plantearse es qué camino tomar ahora. "En el futuro, deberemos comenzar a pensar en elegir como diana el estado de transformación de la célula de cáncer con independencia de dónde venga. Dicho de otro modo: si se transporta un carro de Madrid a Barcelona, no importa si el carro se lleva por carretera, por la vía del tren o por avión: lo importante es que está aquí y es con eso con lo que nos tenemos que manejar".
División independiente
Del mismo modo, y según el experto, al sistema inmune no le importa cómo se desarrolla el cáncer, porque al final ataca el tumor según las propiedades del estado de transformación. Sin olvidar que tiene 90 cromosomas o más frente a los 46 de las células normales; por eso tienen la facultad de dividirse con independencia de su procedencia. Y comprenderlo creo que es el futuro".
Según Esteller, es evidente que se sumarán otras dianas como los fármacos epigenéticos, los agentes que actúen en el nicho del ambiente inmunológico en el que se desarrolla el tumor y, como ha indicado Tak Mak, aprovechar la característica de que los tumores sean aneuploides.
Durante los últimos 30 años el abordaje del cáncer se ha centrado en dianas como los oncogenes, responsables del desarrollo de la enfermedad. Aunque los éxitos han sido numerosos, en fechas recientes se ha confirmado que el desarrollo de fármacos como imatinib o trastuzumab ha alcanzado su cénit, con muy pocos agentes desarrollados en los últimos cinco años. Como ha señalado Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer y organizador de la jornada, apenas el 10 por ciento de los tratamientos antitumorales siguen criterios moleculares, por lo que el objetivo en la próxima década sería alcanzar, al menos, el 50 por ciento.
Posible toxicidad
"Está claro que muchos genes tienen muchos oncogenes, mientras que otros no. Y muchas de las aberraciones genéticas de los cánceres se deben a la pérdida de función de ese gen que, como no es una diana, nos conduce a un camino sin salida. Creo que comienza ahora una era en la que no se tendrá éxito buscando oncogenes como dianas. Se habla de combinar diferentes inhibidores, pero pienso que eso causará más toxicidad que no tolerarán los pacientes", ha recalcado Tak Mak, director del Instituto Campbell Family para la Investigación de Cáncer de Mama en el Hospital Princesa Margarita, de Toronto (Canadá).
En su opinión, la pregunta que hay que plantearse es qué camino tomar ahora. "En el futuro, deberemos comenzar a pensar en elegir como diana el estado de transformación de la célula de cáncer con independencia de dónde venga. Dicho de otro modo: si se transporta un carro de Madrid a Barcelona, no importa si el carro se lleva por carretera, por la vía del tren o por avión: lo importante es que está aquí y es con eso con lo que nos tenemos que manejar".
División independiente
Del mismo modo, y según el experto, al sistema inmune no le importa cómo se desarrolla el cáncer, porque al final ataca el tumor según las propiedades del estado de transformación. Sin olvidar que tiene 90 cromosomas o más frente a los 46 de las células normales; por eso tienen la facultad de dividirse con independencia de su procedencia. Y comprenderlo creo que es el futuro".
Según Esteller, es evidente que se sumarán otras dianas como los fármacos epigenéticos, los agentes que actúen en el nicho del ambiente inmunológico en el que se desarrolla el tumor y, como ha indicado Tak Mak, aprovechar la característica de que los tumores sean aneuploides.
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