martes, 24 de julio de 2012

Los montañeros no se hidratan lo suficiente en el ascenso - DiarioMedico.com

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LA FALTA DE AGUA ELEVA EL RIESGO DE SUFRIR ACCIDENTES


Los montañeros no se hidratan lo suficiente en el ascenso



Los montañeros no llevan consigo el agua necesaria para el ascenso ni se hidratan lo suficiente antes, durante o después del ejercicio, lo que se relaciona directamente con más accidentes y rescates, según el estudio realizado por Inés Sanz, de la Universidad de Zaragoza.


Carmen Serrano. Zaragoza   |  24/07/2012 00:00











"Si sufres una deshidratación de tan sólo el 3 por ciento, ya no coordinas los movimientos finos de las manos y te muestras incapaz de tomar decisiones". Así lo ha expuesto en su tesis doctoral Inés Sanz, del Departamento de Fisiatría y Enfermería de la Universidad de Zaragoza, basada en los altos niveles de deshidratación detectados en los montañeros a una altitud de 2.000 metros. ¿Sería ésta una de las causas de los accidentes sufridos este mismo mes por tantos montañeros?

Entre los rescatados en el Pirineo aragonés en los últimos días, muchos mostraban signos de deshidratación. Y algunos se hallaban precisamente en los lugares en los que Sanz ha realizado su estudio, en la ruta de los refugios oscenses de montaña de La Renclusa, Ángel Orús, Biadós y Estós. Dichos refugios están a una altura de 1.925 metros, "donde se producen la mayor parte de los accidentes", ha dicho. Por eso, según ha contado a DM, ha eligido esta cota para su estudio. "A 2.000 metros se supone que los montañeros van preparados, pero no es así. No se hidratan ni antes, ni durante, ni después del ejercicio. Beben poco e inadecuadamente".
Esto, según ha comentado, afecta de manera directa al riesgo de sufrir accidentes: "Aumenta la vulnerabilidad del alpinista". Para comprobarlo, Sanz ha investigado los hábitos hídricos de 389 montañeros, contando con la colaboración de María Antonia Nerín, directora del Máster de Medicina de Montaña de la Universidad de Zaragoza, que se ha ocupado de los aspectos de su estudio relativos a los rescates. Juntas han comprobado que los atletas "carecen de formación técnica sobre la actividad que están desarrollando y no van preparados".


Preparación adecuada

Sanz ha apuntado las siguientes pautas para una correcta preparación del ascenso: "Veinticuatro horas antes de iniciar la actividad hay que beber un litro de agua por cada mil kilocalorías; durante el ejercicio y antes de tener sed, 250 mililitros de agua o bebida isotónica cada quince o veinte minutos. Si el ejercicio es moderado y dura menos de una hora, vale con agua, y si es más, hay que tomar alguna bebida isotónica. Después de la actividad es importante pesarse y calcular el 150 por ciento del peso que se ha perdido. Así se transforma en mililitros, y es la cantidad mínima que debe beber antes de las cuatro horas siguientes".

Según Sanz, las bebidas isotónicas han de tener una concentración de glucosa del 8 por ciento, puesto que una cantidad superior puede traer problemas al estómago. Además, al sentir sed, tenemos un 2 por ciento de deshidratación, y al 3 por ciento es cuando ya "no puedes tomar decisiones, ni te responde la mano para hacer un rapel con seguridad".

Su estudio constata también que la falta de previsión lleva a muchos montañeros a beber agua de fuentes, manantiales y ríos, algo que podría ocasionar una mayor deshidratación puesto que "ese agua no lleva ni pastillas de minerales ni de cloración ni de glucosa". Muchos de los deportistas incluidos en el estudio no portan fluidos y "tampoco saben dónde hay puntos de agua en su recorrido". Sanz ha explicado que los montañeros descuidan totalmente la nutrición, la hidratación y el aprendizaje de técnicas de montaña. Para los temas de nutrición, Sanz ha contado con los conocimientos de Luis Bernués, de la Unidad de Medicina de Montaña del Hospital Clínico de Zaragoza.

La autora cree que si se siguieran sus pautas descendería notablemente la probabilidad de accidentes, "porque el 99 por ciento de las posibilidades dependen del medio o del sujeto; el 1 restante se deben al azar". Sanz ha insistido en que si a los 2.000 metros sucede esto, por debajo de esta cota se producen el 70 por ciento de los rescates. De acuerdo con estos datos, ha propuesto al Gobierno de Aragón y a las federaciones de montaña que intensifiquen sus campañas de información, "porque algunos folletos de los centros de interpretación no llevan consejos sobre el agua que hay que llevar. Hay que formar más a los montañeros y a la población en general".

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