viernes, 6 de julio de 2012

'La epidemia de la obesidad surge porque dormimos menos' | Nutrición | elmundo.es

'La epidemia de la obesidad surge porque dormimos menos' | Nutrición | elmundo.es


ENTREVISTA | Gema Frühbeck

'La epidemia de la obesidad surge porque dormimos menos'

Gema Früchbeck, investigadora de nutrición y obesidad. | Clínica de NavarraGema Früchbeck, investigadora de nutrición y obesidad. | Clínica de Navarra
  • Esta investigadora va a estar al frente de la lucha europea contra la obesidad
Le acaban de nombrar presidenta de la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad y tiene entre sus objetivos luchar contra el aumento de peso que cada vez es mayor en todo el mundo y lo quiere conseguir desde múltiples ángulos, aunque tiene muy claro que lo suyo es la investigación. Esa curiosidad por averiguar lo que hay en el interior del cuerpo humano le viene de pequeña cuando, con su hermano, se dedicaba a disecar ratas o lagartijas.

Desde Navarra nos cuenta cuáles son los retos para combatir una de las grandes epidemias del siglo XXI.

¿Qué supone su nuevo cargo?
Un gran honor, y reconocimiento de los profesionales que luchan contra la obesidad. Y también una gran responsabilidad porque es un gran problema ya que tenemos muchos retos por delante para que esta epidemia no avance más y que incluso pueda disminuir.

¿Cuáles son las estrategias para alcanzar esos retos?
"Hay que intentar que no se comenta los errores que se hicieron en otros estados"
Se basan en dos grandes pilares. Por un lado, afianzar el contenido científico de la sociedad y, en colaboración con la Comisión Europea, hemos organizado una conferencia sobre los restos. Es verdad que se está investigando mucho pero se sabe poco sobre otros mecanismos, por ejemplo por qué unas personas engordan más que otras. Pero no sólo nos centraremos en la investigación básica ya que ese trabajo queremos trasladarlo a nivel sociológico. Comer es un acto social, hacemos celebraciones con comidas, cenas. Y también está el componente hedónico, es decir, el placer asociado al comer. Por otra parte, intentaremos facilitar acciones locales en cada país. Por ejemplo, en los países del Este, la incidencia de obesidad es muy alta y hay que intentar que no se comenta los errores que se hicieron en otros estados, donde se permitieron la incorporación de determinadas grasas en los alimentos industriales y que luego se prohibieron por ley.

Otra diana será la obesidad infantil, ¿no?
Sí, la prevalencia de obesidad infantil es muy alta y ellos van a ser los obesos del futuro si no se cambian esos hábitos. De hecho, ya estamos viendo niños con diabetes tipo 2, que antes sólo se daba en los adultos, con colesterol alto y con apnea del sueño. Además, ellos tienen el agravante de que el tiempo de exposición a esa obesidad es mucho más prolongado que el que han tenido los adultos actualmente obesos. No es lo mismo sobrecargar el sistema durante 20 años que durante 40. Esto se traducirá en una menor expectativa de vida, pues se sabe que una persona de unos 26 años con un IMC superior de 40 puede ver reducida su vida en 12 años.

¿Qué es lo que más urge?
"Los médicos no insistimos mucho en el cambio de vida y los pacientes no suelen estar motivados"
Intentar concienciar de que la obesidad es un problema de salud grave. Tendemos a minimizarlo como un problema estético, y no es sólo eso. La obesidad no duele pero sí mata. También hay que concienciar a los médicos, que solemos tratar la hipertensión y la diabetes con pastillas pero el problema de base no lo atajamos de forma tan contundente. Es cierto que farmacológicamente sólo tenemos una opción, el orlistat, y en casos extremos está la cirugía bariátrica, pero no hay mucho más. Sin embargo, en el cambio del estilo de vida no insistimos mucho y los pacientes, además, no suelen estar motivados.

¿Cómo se puede luchar eficazmente?
Creemos que hay que ofrecer alternativas transdisciplinares. Poner en comunicación las partes implicadas: sociedades científicas, profesionales sanitarios, políticos, empresas urbanas de transporte, de ocio, de alimentación... Y ofrecer soluciones conjuntas. Debemos hacer aliados de los enemigos. Si convencemos a los políticos de que la obesidad cuesta mucho dinero quizás podamos cambiar cosas. Porque está clara que se necesita un cambio global, tenemos profesiones mucho más sedentarias, además por nuestra dedicación laboral comemos rápido y precocinado. El estrés con el que vivimos nos lleva a tomar alimentos de forma compulsiva para recibir placer y que veamos menos negros los problemas. Sin olvidar que en tiempos de crisis la prevalencia de obesidad aumenta porque la comida rápida suele ser más barata.

Además del estrés, la dieta y el ejercicio, ¿sobre qué otro factor se podría actuar para evitar la obesidad?
La epidemia de la obesidad ha surgido porque dormimos menos. La falta de sueño se asocia a la grelina y la leptina, hormonas relacionadas con el apetito y a una mayor predisposición a la obesidad y a la insulinorresistencia. Así que aquellas personas que intenten disminuir su peso si tienen falta de sueño van tener más dificultad. Este factor no se debe considerar de forma aislada pero sí de forma sinérgica porque la suma de éste, el estrés, la poca actividad... acaban dando esa epidemia.

¿Qué le parece el visto bueno de la FDA a un nuevo fármaco contra la obesidad?
Son buenas noticias. Porque en los últimos años se han retirado algunos productos porque se estimaba que su riesgo era superior a su beneficio. Quizás no se estaban dando adecuadamente por los profesionales poco familiarizados con este trastorno. Eso hace transmitir a las farmacéuticas el mensaje de que es difícil, caro e inútil investigar en el desarrollo de tratamientos de este tipo. Pero es importante buscar nuevas dianas terapéuticas. Creo que en el futuro pueden venir fármacos de las investigaciones que se están llevando a cabo sobre la diabetes tipo 2 y aquellas que intentan remedar lo que ocurre después de la cirugía bariátrica, sabemos que con esta cirugía cambian las hormonas gastrointestinales y con ellas disminuye el apetito.
Y por último, y entrado un poco en el terreno personal, ¿en su familia hay obesos?

Bueno, podría decir que mis padres están entre el sobrepeso y la obesidad. A determinadas edades es más difícil controlar el peso, aunque cuando hacen caso a mis consejos suelen perder algún kilo porque no es un problema genético, mi hermano y yo estamos delgados, aunque mi debilidad es el chocolate, pero bueno hago mucho deporte, me gusta. En mi familia hay de todo, como en todas las familias. Esto hace hincapié en que la parte genética no es tan importante sino que la parte social tiene más peso. De hecho, hace unos años un artículo que se publicó en la revista 'NEJM' decía que aquellas personas que tienen amigos obesos, tienen más riesgo de ser obesas.

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