viernes, 27 de julio de 2012

El cambio a un inhibidor de mTOR reduce el riesgo tumoral postinjerto - DiarioMedico.com

El cambio a un inhibidor de mTOR reduce el riesgo tumoral postinjerto - DiarioMedico.com

estudio publicado en 'the new england'

El cambio a un inhibidor de mTOR reduce el riesgo tumoral postinjerto

Sustituir el inhibidor de la calcineurina por un inhibidor de mTOR en el tratamiento de los pacientes trasplantados resulta en una menor incidencia de cáncer de piel, según refleja un estudio que se publica en The New England. El trabajo, en el que han participado médicos de centros españoles, insta a establecer nuevas pautas de inmunosupresión.
Sonia Moreno   |  27/07/2012 00:00


Josep M. Campistol , jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Barcelona.
Josep M. Campistol , jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Barcelona. (DM)

Los pacientes trasplantados tiene más riesgo de sufrir cáncer: en concreto, se estima que más de la mitad de los receptores de un órgano sufren algún tipo de tumor cutáneo a lo largo de su vida tras el injerto, y en ese mayor riesgo todo apunta a que influye la inmunosupresión. Los inhibidores de la diana de la rapamicina en mamíferos (mTOR) han ensanchado las opciones inmunosupresoras en estos pacientes; además, estos inhibidores se habían asociado en algunos estudios a una menor incidencia de los cánceres de piel en la población trasplantada.

Este semana The New England Journal of Medicine publica los datos de un estudio prospectivo que evalúa el efecto antitumoral de los inhibidores de mTOR; en concreto, de sirolimus en pacientes trasplantados que ya habían sufrido un carcinoma escamoso de piel. "Al ser el primer trabajo en estudiar de forma prospectiva este efecto, se esperaba con interés sus resultados", ha dicho a DM Josep M. Campistol, coordinador español del estudio, denominado Tumorapa (siglas inglesas de Eficacia de la Rapamicina en la Prevención Secundaria de Cáncer de Piel en Trasplantados Renales). Además del Hospital Clínico de Barcelona, en el que Campistol dirige el Servicio de Nefrología, participan los hospitales barceloneses de Bellvitge y del Mar, y el Virgen del Rocío, en Sevilla. Sylvie Euvrard, del Departamento de Dermatología del Hospital Civil de Lyon (Francia), es la primera firmante.

Campistol sintetiza las conclusiones del trabajo: "El uso de inhibidores de mTOR se asocia claramente a una menor incidencia del cáncer de piel. En pacientes trasplantados tratados con inhibidores de la calcineurina y que desarrollan un cáncer de piel, cambiar el tratamiento a un inhibidor de mTOR, en este caso sirolimus, se asocia a menor incidencia de recidiva de los tumores cutáneas. Con estos datos, en los pacientes receptores con riesgo de cáncer o en cualquier trasplantado con cáncer deberíamos plantearnos de forma inequívoca la conversión a un inhibidor de mTOR".

En el estudio se incluyeron trasplantados renales con una mediana de 140 meses desde el injerto, que sufrieron al menos un cáncer de piel y a los que se dividió en dos grupos: uno, de 64 pacientes, donde se sustituyó el inhibidor de la calcineurina por sirolimus; en el otro grupo, de 54 sujetos, se mantuvo el tratamiento con el inhibidor de la calcineurina. Tras un seguimiento de tres años, se registraron nuevos carcinomas escamosos de piel en 14 pacientes tratados con sirolimus (22 por ciento) y en otros 22, del grupo con el inhibidor de la calcineurina (39 por ciento).

"El cambio de tratamiento disminuyó significativamente la recidiva de la enfermedad tumoral y también el tiempo de recurrencia", destaca Campistol para quien lo ideal sería adelantar el cambio del tratamiento a etapas postrasplante más precoces. "El problema es que sirolimus no resulta tan eficaz en algunos aspectos como los inhibidores de la calcineurina y que tiene un perfil de seguridad algo más complejo; algunos pacientes no lo toleran bien. Por eso, resulta esencial la selección de los pacientes en los que efectuar el cambio".

Campistol apunta, asimismo, "la importancia de seguir trabajando en cómo optimizar el manejo de los inhibidores de mTOR, así como en el estudio de los mecanismos fisiopatológicos del cáncer en la población trasplantada".

(N Engl J Med 2012; 367: 329-39).


MÉDULA

Dentro de los estudios que analizan el manejo de los inhibidores de mTOR, un multicéntrico español, coordinado por Jóse Antonio Pérez Simón, del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), presentado en el último congreso de la Sociedad Española de Hematología, concluía de forma pionera que la supervivencia a dos años de los pacientes que reciben un trasplante medular no emparentado es mayor cuando se tratan con la combinación de sirolimus más tacrolimus, comparada con el abordaje clásico (ciclosporina y micofenolato mofetil).

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