martes, 19 de junio de 2012

A los niños son sobrepeso podría irles peor en matemáticas, según un estudio: MedlinePlus

A los niños son sobrepeso podría irles peor en matemáticas, según un estudio: MedlinePlus

 
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A los niños son sobrepeso podría irles peor en matemáticas, según un estudio

Investigadores observaron las puntuaciones en pruebas desde kínder hasta quinto curso

Traducido del inglés: viernes, 15 de junio, 2012
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JUEVES, 14 de junio (HealthDay News) -- Los niños que tienen sobrepeso de forma persistente podrían no rendir tan bien en la escuela, específicamente en matemáticas, como sus compañeros de peso normal, sugiere una investigación reciente.
Aunque el estudio no halló una relación causal directa entre tener sobrepeso o ser obeso y el rendimiento escolar, los investigadores sí hallaron que los niños que comenzaban el kínder con peso de más y seguían siendo gordos cuando terminaban el quinto curso rendían peor en pruebas de matemáticas.
"Esos niños no necesariamente sean menos inteligentes, pero rinden menos", señaló la autora líder del estudio Sara Gable, profesora asociada y especialista de extensión estatal en nutrición y fisiología del ejercicio de la Universidad de Missouri, en Columbia.
Gable dijo que sospecha que los problemas interpersonales y las conductas de internalización podrían ser el motivo de que el peso pueda afectar el rendimiento en matemáticas.
"Sabemos en general que a los niños que tienen malas relaciones paritarias no les va igual de bien en la escuela", señaló. "Y también sabemos que los niños con conductas de internalización no rinden igual de bien. Las conductas de internalización son la ansiedad, la preocupación, sentir que no tienen muchos amigos y sentirse tristes.
Los niños con problemas de peso tienden a sentir conductas de internalización y a no tener buenas habilidades interpersonales", añadió.
Gable apuntó que es probable que estos conflictos sean acumulativos cuando ocurren un año tras otro.
Nancy Copperman, directora de iniciativas de salud pública del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York, comentó que el estudio demuestra la importancia de prevenir la obesidad infantil.
"La obesidad no es solo un problema cosmético", planteó. "Tiene impactos que abarcan desde la enfermedad crónica al rendimiento mental, y en última instancia, los ingresos y una vida feliz, exitosa y bien ajustada".
Los resultados del estudio aparecen en la edición de julio y agosto de la revista Child Development.
Para el estudio, Gable y colegas usaron datos del Estudio longitudinal de la niñez temprana. El estudio actual incluyó a 6,250 niños de kínder a quinto curso. Se midió el peso y la estatura cinco veces en el estudio, y las medidas se usaron para calcular el índice de masa corporal de los niños, una cifra que evalúa si alguien tiene un peso normal, sobrepeso u obesidad.
Los niños se ubicaron en uno de tres grupos según su peso: los que nunca habían tenido sobrepeso (80 por ciento de los niños), los que tenían sobrepeso persistente (12 por ciento) o los que tenían sobrepeso de inicio tardío (8 por ciento). El grupo de inicio tardío no tenía sobrepeso en kínder ni en primero, pero tenía sobrepeso en tercer o quinto curso (o en ambos).
En el momento en que se tomaron las medidas, padres y maestros rellenaron cuestionarios extensivos sobre los niños. Se pidió a los maestros que evaluaran las relaciones interpersonales y las conductas de internalización. Además, en cada uno de esos momentos se administraron pruebas estandarizadas de matemáticas a los niños.
El grupo del estudio estaba conformado por poco menos de la mitad de chicos. La mayoría de los niños (85 por ciento) vivían en hogares con ambos padres. Dos tercios de los niños eran blancos, 16 por ciento eran hispanos, 9 por ciento eran negros y 5 por ciento eran asiáticos. Poco más de la mitad de de las madres trabajaban a tiempo completo, y los ingresos promedios del hogar eran de unos 50,000 dólares.
Los niños que tenían sobrepeso persistente de kínder a quinto curso rendían menos en las pruebas de matemáticas a partir del primer curso. El estatus de peso no desempeñó un papel significativo en el rendimiento en las pruebas de matemáticas cuando los niños estaban en kínder.
"Esto significa que hay algún aspecto del ámbito escolar que afecta el rendimiento", apuntó Gable.
Un factor podría ser un prejuicio sutil que los investigadores hallaron cuando se pidió a los maestros que calificaran las habilidades interpersonales y las conductas de internalización de los niños. Los maestros eran más propensos a calificar constantemente a los niños con sobrepeso con conductas de internalización que a sus pares que nunca habían tenido sobrepeso o que tenían sobrepeso de inicio tardío.
En cuanto a las habilidades interpersonales, los maestros eran más propensos a calificar persistentemente a las chicas con sobrepeso con problemas con sus pares, en comparación con sus pares de peso normal o de sobrepeso de inicio tardío. Esa diferencia no se halló en los chicos.
Gable señaló que es probable que otros factores tengan que ver. Por ejemplo, los niños obesos podrían faltar más a la escuela, lo que podría afectar su rendimiento. Los niños obesos también son más propensos a sufrir de apnea del sueño, que si no se trata puede afectar el rendimiento diurno.
Gable enfatizó que la moraleja es que "los padres deben proteger a los niños de la obesidad todo el tiempo que puedan. Establecer un estilo de vida sano que evite que suceda. Una vez alguien es obeso, cambiar es realmente difícil".
Si su hijo ya tiene sobrepeso, Gable señaló que es importante ponerlos en camino de unos hábitos mejores. Pero añadió que también es importante "ayudar a los niños a aprender que esto no es quienes son". Su peso no les define.
También es esencial que cualquier cambio en la dieta y la rutina de ejercicio afecte a toda la familia".
"Tiene que cambiar la rutina de toda la familia. No solo el plato o el nivel de actividad de una sola persona", aconsejó Gable.
Por su parte, Copperman dijo que "nunca es demasiado tarde para comenzar ayudar a su hijo a vivir un estilo de vida sano".
"Es como conducir un coche en la carretera", planteó. "No se puede poner la reversa súbitamente. Si el niño ya tiene sobrepeso, debe usar los frenos para detener el aumento de peso".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Sara Gable, Ph.D., associate professor and state extension specialist in nutrition and exercise physiology, University of Missouri, Columbia, Mo.; Nancy Copperman, M.S., R.D., director, public health initiatives, North Shore-LIJ Health System, Great Neck, N.Y.; July/August 2012 Child Development
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