viernes, 8 de junio de 2012

Los adolescentes también pueden padecer osteoporosis ► El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad Los adolescentes también pueden padecer osteoporosis


Los adolescentes también pueden padecer osteoporosis


Granada (08/06/2012) - Redacción

La doctora Inmaculada Calvo, jefa de Sección de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital la Fe en Valencia, señalaba, en el 61 Congreso de la AEP, que "no disponemos de estudio longitudinales, pero en la práctica diaria estamos viendo casos de osteoporosis, siendo su principal manifestación las fracturas en el hueso"

La osteoporosis es una enfermedad asociada al envejecimiento y la menopausia. En el mundo, más de 200 millones de adultos la padecen y se estima que el 40 por ciento de las mujeres y el 13 por ciento de los hombres pueden llegar a sufrir a lo largo de su vida una fractura como consecuencia directa de esta enfermedad. Durante el 61 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), celebrado en Granada, se ha puesto en evidencia que también los adolescentes pueden padecer esta patología. Como señala la doctora Inmaculada Calvo, jefa de Sección de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital la Fe en Valencia, "la adolescencia es una etapa de riesgo real de osteoporosis. No disponemos en este momento de estudio longitudinales, pero en la práctica diaria estamos viendo casos de osteoporosis, siendo su principal manifestación las fracturas en el hueso". El problema radica, como alerta esta reumatóloga infantil, "en que todavía no se suele asociar este tipo de fracturas por fragilidad ósea con osteoporosis".

Es más, según la doctora Esmeralda Muñoz, del Servicio de Reumatología del Hospital Carlos Haya de Málaga, se está produciendo un aumento en la incidencia de casos en niños de igual forma que se registra en adultos. "De hecho, se estima que en las últimas décadas, la prevalencia de la osteoporosis en los adultos ha aumentado un 54 por ciento", asegura.

La infancia y la adolescencia son las etapas claves de la vida para alcanzar el mayor nivel de mineralización ósea. En las niñas, este proceso se produce entre los 11 y los 14 años para, a partir de ese momento, enlentecerse mientras que en los niños suele cursar entre los 13 a los 17 años y después ir más lento hasta los 20 años. "Sabemos que el desarrollo máximo de la masa ósea tiene lugar durante la adolescencia, un momento especialmente vulnerable ya que innumerables factores pueden actuar e interrumpir la normalidad fisiológica ósea y favorecer, por un lado, la aparición de osteoporosis o bien que se inicie la etapa adulta con una masa ósea baja, lo que multiplicará el riesgo de fracturas y el establecimiento de osteoporosis en el futuro", precisa la doctora Calvo. "En los últimos años", añade esta experta, "se está alertando sobre la importancia del mantenimiento de la salud ósea y, en este sentido, cada vez se insiste en la necesidad de lograr una salud ósea óptima en el niño y adolescente, ya que esto tendrá implicaciones para toda la vida".

Según señala la doctora Calvo, hay dos factores claves que influyen en un deficiente desarrollo de masa ósea: la alimentación inadecuada y la inactividad. Respecto a la alimentación, esta experta destaca como los nutrientes necesarios el calcio y la vitamina D, dos elementos que suelen faltar en la dieta de los adolescentes.
"Son indispensables para el desarrollo estructural y funcional del hueso. Sin embargo, resultados de distintas encuestas reflejan que la ingesta de calcio es especialmente baja en los adolescentes". Las recomendaciones de este nutriente son de 1300mg/día, lo que equivaldría a 500-700mg de leche o derivados, y de la vitamina D de 400 Ul.

Asimismo, la falta de actividad física entre los 12 y los 18 años, la obesidad y la anorexia nerviosa intervienen en la disminución de la densidad mineral ósea. Además, el tabaco y la ingesta de alcohol hacen a los jóvenes especialmente vulnerables. No hay que olvidar, sin embargo, como subraya la doctora Calvo, que la osteoporosis tiene también un componente genético que influye hasta en el 60 y 80 por ciento de los casos, "aunque todavía no se ha determinado qué genes regulan la densidad ósea".

Para esta reumatóloga pediátrica, la detección es la clave para garantizar una adecuada masa ósea. "Más o menos, todos los expertos coinciden en la ineficacia de las medidas adoptadas de forma tardía. La prevención de la osteoporosis debe comenzar en la edad pediátrica", subraya. Por ello, se plantea como crucial la detección de los posibles grupos de riesgo "para así poder actuar y lograr un desarrollo óseo lo más correcto posible. Contamos para ello", apunta, "con técnicas como la densitometría ósea que nos permite medir la masa ósea, lo que nos facilita la detección de niños y adolescentes con mayor riesgo de desarrollar osteoporosis".

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