domingo, 17 de junio de 2012

Las células madre de tejido 17 días muerto mantienen su capacidad diferenciadora - DiarioMedico.com

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HUMANAS Y MURINAS

Las células madre de tejido 17 días muerto mantienen su capacidad diferenciadora

Las células madre adultas son capaces de mantenerse en un estado latente en condiciones adversas para preservar su capacidad diferenciadora.
Redacción   |  13/06/2012 00:00


¿Y qué peor condición para una célula viva que la muerte? Un estudio en el último número de Nature Communications muestra por primera vez en músculo esquelético de cadáver que las células madre se mantienen funcionantes 17 días después del fallecimiento. En trabajos previos se había conseguido aislar células madre a los dos días del fallecimiento, pero en este estudio la extracción de las células se realizó 17 días después de la muerte en humanos y 14 días en ratones. Una vez cultivadas, se observó que las células requerían niveles de oxígeno bajos para sobrevivir y autorrenovarse. Las células aisladas de ratones a los cuatro días de la muerte también podían regenerar fibra muscular en un modelo murino de lesión musculoesquelética.
  • El hallazgo avala el empleo de diferentes tipos de células madre a partir de tejidos 'post mortem' en el laboratorio y, quizá, con fines clínicos
El trabajo lo han llevado a cabo investigadores del Instituto Pasteur, la Universidad de Versalles Saint-Quentin-en-Yvelines, el Hospital Público de París y el Centro Nacional de Investigación Sanitaria (CNRS) francés. Fabrice Chrétien, profesor de Histopatología Humana y Modelos Animales en el Instituto Pasteur, ha dirigido el estudio, en colaboración con el laboratorio de Desarrollo y Células Madre coordinado por Shahragim Tajbakhsh, también en el Instituto Pasteur.

Los científicos se preguntaron cómo conseguían estas células mantener su capacidad diferenciadora y constataron que su estrategia consistía en permanecer en un estado de latencia, con una disminución drástica de su metabolismo; para ello, la mitocondria se activaba al mínimo y se limitaban las reservas de energía.
El experimento se repitió con otros tipos celulares en modelo murino. En el caso de la médula ósea, cuatro días después del fallecimiento también se observó que las células madre preservaban su capacidad para reconstruir el tejido.

Además de despejar el camino hacia la investigación de estas células a partir de tejido post mortem, este descubrimiento sienta las bases de una nueva fuente y, lo que es más importante, de un método de conservación de células madre. Sería aplicable, por ejemplo, en la leucemia, que suele requerir un trasplante de células de médula ósea tras los tratamientos quimio y radioterápicos. Almacenar esas células madre de donantes post mortem permitiría ampliar su disponibilidad.
(Nature Comm DOI: 10. 1038/ncomms1890).

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