Se necesitan herramientas
La falta de estudio de los fármacos en mayores causa reacciones adversas
Es un hecho que la polimedicación (cinco o más fármacos al día) favorece la aparición de problemas relacionados con los fármacos, lo que acaba dificultando el tratamiento, disminuyendo su efectividad y aumentando el número de consultas e ingresos hospitalarios.
María R. Lagoa. Vigo | 11/06/2012 00:00
Durante el 54 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, que se ha celebrado en Santiago de Compostela, se ha puesto de manifiesto que las reacciones adversas se producen porque la mayoría de los fármacos no son estudiados correctamente en personas mayores.
"Es preciso mejorar la calidad de la prescripción de fármacos en las personas mayores. Un fármaco se considera apropiado cuando presenta una evidencia clara que apoya su uso en una indicación determinada, es bien tolerado en la mayoría de los pacientes y es coste-efectivo", ha sintetizado Alfonso Cruz Jentoft, geriatra del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), que ha moderado una mesa redonda sobre polimedicación.
Las reacciones adversas graves a medicamentos son un problema frecuente, a tenor de los datos expuestos por Cruz Jentoft en el debate. Se estima que hasta el 35 por ciento de los mayores que viven en sus domicilios y toman fármacos sufren alguna reacción adversa, y que uno de cada tres ingresos en los hospitales de personas con más de 65 años obedece, al menos en parte, a reacciones o efectos adversos de medicamentos. Hay que tener en cuenta que las reacciones adversas tienen un cinco por ciento de probabilidades de aparecer cuando se consume un solo fármaco y casi el cien por cien cuando se toman más de diez.
En la mesa se ha recomendado el uso de herramientas para detectar las prescripciones inapropiadas. Destacan los criterios Stopp-Start, promovidos por las sociedades europeas de geriatría.
Otra de las causas de las reacciones adversas es el mal cumplimiento de los tratamientos. "La complejidad de los regímenes terapéuticos hace que sólo el 30 por ciento de los pacientes recuerden las instrucciones del médico y que el cumplimiento terapéutico se sitúe en torno al 40 por ciento", ha significado Cruz Jentoft.
"Es preciso mejorar la calidad de la prescripción de fármacos en las personas mayores. Un fármaco se considera apropiado cuando presenta una evidencia clara que apoya su uso en una indicación determinada, es bien tolerado en la mayoría de los pacientes y es coste-efectivo", ha sintetizado Alfonso Cruz Jentoft, geriatra del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), que ha moderado una mesa redonda sobre polimedicación.
Las reacciones adversas graves a medicamentos son un problema frecuente, a tenor de los datos expuestos por Cruz Jentoft en el debate. Se estima que hasta el 35 por ciento de los mayores que viven en sus domicilios y toman fármacos sufren alguna reacción adversa, y que uno de cada tres ingresos en los hospitales de personas con más de 65 años obedece, al menos en parte, a reacciones o efectos adversos de medicamentos. Hay que tener en cuenta que las reacciones adversas tienen un cinco por ciento de probabilidades de aparecer cuando se consume un solo fármaco y casi el cien por cien cuando se toman más de diez.
En la mesa se ha recomendado el uso de herramientas para detectar las prescripciones inapropiadas. Destacan los criterios Stopp-Start, promovidos por las sociedades europeas de geriatría.
Otra de las causas de las reacciones adversas es el mal cumplimiento de los tratamientos. "La complejidad de los regímenes terapéuticos hace que sólo el 30 por ciento de los pacientes recuerden las instrucciones del médico y que el cumplimiento terapéutico se sitúe en torno al 40 por ciento", ha significado Cruz Jentoft.
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