miércoles, 6 de junio de 2012

La efedrina no sirve para activar la grasa parda - DiarioMedico.com

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El frío sí potencia sus efectos beneficiosos

La efedrina no sirve para activar la grasa parda

Los agentes terapéuticos que actúan de forma similar al frío pueden ayudar a combatir la obesidad al potenciar la acción de la grasa parda, según un estudio que se publica en el último número de PNAS.
Redacción   |  05/06/2012 17:10

Los fármacos simpaticomiméticos, como la efedrina, no activan la grasa parda, según un estudio que se publica en la edición on-line de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). La investigación coordinada por Aaron Cypess, del Centro de Diabetes Joslin de Boston, confirmó que el frío sí que potencia la acción del tejido adiposo pardo.

"Los agentes que actúan de forma similar al frío, activando de forma específica la grasa parda, pueden proporcionar estrategias para combatir la obesidad, minimizando los efectos adversos", ha señalado Cypess, quien ha recalcado que las esperanzas puestas en los simpaticomiméticos se han mostrado carentes de base científica: "La efedrina no es la forma de conseguirlo".

Los investigadores probaron los efectos de la efedrina y del frío en diez voluntarios, a los que les administraron el fármaco y un placebo y les suministraron unos chalecos con agua a 14º C como sistema de refrigeración. Después de cada una de estas intervenciones midieron la actividad de la grasa parda mediante PET y TC. El tejido adiposo pardo mostró el mismo nivel de activación con la efedrina y el suero salino que se utilizó como placebo. En cambio, se potenció de forma significativa después de que los participantes llevasen los chalecos de refrigeración durante dos horas. Los científicos comprobaron que la efedrina y la aplicación de frío sirvieron para quemar el mismo número de calorías. Sin embargo, la efedrina no lo hizo a través de la grasa parda. Los dos métodos tuvieron efectos sobre el sistema nervioso simpático, que fueron menores cuando iban asociados a la activación de la grasa parda.
(PNAS. DOI: 10.1073/ pnas.1207911109)

NOCOTINAMIDA RIBOSA PARA LA OBESIDAD


La nicotinamida ribosa, presente en la leche, protege frente a la obesidad incluso con una dieta rica en grasas, según un estudio en ratones que se publica hoy en Cell Metabolism. El equipo de Johan Auwerx, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), identificó este compuesto al buscar rutas alternativas para activar el gen SIRT1, que ha sido asociado a efectos beneficiosos en el metabolismo y la longevidad. Algunas sustancias, como el resveratrol, actúan directamente sobre SIRT1, pero los investigadores pensaron que también se podía activar indirectamente, a través del cofactor NAD+. Y eso fue, precisamente, lo que consiguieron con la administración de dosis relativamente altas de nicotinamida ribosa a los ratones junto con una dieta rica en grasa. Los roedores tratados de esta manera quemaron más grasa y mostraron unos músculos más resistentes.
(Cell Metabolism. DOI:10.1016/j.cmet. 2012.04.022).

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