lunes, 18 de junio de 2012

Curar VHC en coinfección impacta en la mortalidad - DiarioMedico.com

Curar VHC en coinfección impacta en la mortalidad - DiarioMedico.com

POR ENFERMEDADES NO ASOCIADAS A HEPATITIS Y VIH

Curar VHC en coinfección impacta en la mortalidad

Erradicar el virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes coinfectados con el virus del sida (VIH) es más prioritario que nunca, a raíz de los resultados obtenidos de un estudio que se publica en Clinical Infectious Diseases.
Sonia Moreno   |  18/06/2012 00:00


Juan González y Juan Berenguer, de Gesida, y autores principales del estudio.
Juan González y Juan Berenguer, de Gesida, y autores principales del estudio. (DM)

Alcanzar una respuesta viral sostenida al tratar el virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes coinfectados con el virus del sida (VIH) no sólo modifica el curso de la enfermedad hepática, sino que también reduce la progresión del VIH y la mortalidad que en principio no está asociada con la hepatopatía ni la infección por el VIH, esto es: enfermedades cardiovasculares, tumores e infecciones no asociadas al virus del sida. Es la conclusión principal de un estudio monitorizado, impulsado por la Fundación Seimc-Gesida (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica-Grupo de Estudio de Sida), en el que se incluyeron 1.599 pacientes de 19 centros hospitalarios españoles tratados entre 2000 y 2008. El estudio incluye datos de una mediana de cinco años de seguimiento.
  • Los pacientes que respondieron al tratamiento del VHC presentaron menos muerte por enfermedad cardiovascular, tumores e infecciones
El tratamiento con interferón y ribavirina erradicó el VHC en el 39 por ciento de los pacientes. Comparados con los respondedores a la terapia, los que no lo hicieron fueron más proclives a presentar carga de VIH detectable, así como otros factores que indican progresión de la infección. Además, los no respondedores registraron mayores tasas de mortalidad por patología hepática y, lo que es más relevante, por causas no asociadas a hígado ni a sida, como enfermedad cardiovascular, tumores e infecciones ajenas al VIH.
Juan González, coordinador de la Unidad de VIH del Servicio de Medicina Interna en el Hospital Universitario La Paz, y Juan Berenguer, consultor de la Unidad de Enfermedades Infecciosas/VIH en el Hospital General Gregorio Marañón, de Madrid, son los autores principales de este trabajo, que refuerza la necesidad de tratar la hepatitis C en coinfección, la comorbilidad más frecuente en la población española con VIH (presente en el 30 por ciento de estos pacientes).

Con nuevos ojos
"La coinfección es más que la suma de dos infecciones: se produce una sinergia en el deterioro de la salud que conduce a más problemas hepáticos, más por el VIH y por otros", ha dicho a DM Berenguer, para quien estos datos harán mirar a los pacientes coinfectados con nuevos ojos: "Hay que procurar convencer a estos enfermos por todos los medios de la necesidad de curar el VHC. Es una cuestión trascendente, de morbilidad y mortalidad".

El estudio no aclara el porqué de este efecto, pero sí da algunas pistas: "Curar la hepatitis C reduce de alguna manera la activación inmune y es posible que tenga un efecto beneficioso sobre la inmunidad y que disminuya también el estado inflamatorio que se genera en muchas infecciones víricas crónicas. A la larga, esto puede impactar en la prevención de enfermedad y muertes derivadas de la inmunidad y la inflamación, como son los tumores y la enfermedad cardiovascular", comenta Berenguer. De hecho, aclarar este punto es lo que estos científicos se traen ahora entre manos. Con el apoyo de la Fundación para la Investigación y la Prevención del Sida en España (Fipse) y del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), Gesida acaba de iniciar un nuevo proyecto, en colaboración con el Biobanco del Gregorio Marañón y con el laboratorio de Salvador Resino, del Instituto de Salud Carlos III, para estudiar de forma prospectiva a más de 200 pacientes tratados, de los que se obtendrán muestras en el momento basal, al cabo de dos años de terapia y al acabar. Con pruebas no invasivas para medir la ateroesclerosis preclínica y la activación inmune, entre otros elementos, se persigue dotar de plausibilidad biológica a los hallazgos que ahora publican.
(J Clin Infect Dis; DOI: 10.1093/cid/cis500). 

CON LA VISTA A LARGO PLAZO

El trabajo de la cohorte de Gesida ya reveló -y así se publicó en Hepatology, en 2009- que curar la hepatitis C en la coinfección cambia la historia natural de la hepatopatía. Ahora se demuestra que los beneficios clínicos son aún más amplios. Por debajo de lo que ello supone para la salud de los pacientes, subyace el interés económico, omnipresente en estos días, y así lo recuerda Juan Berenguer: "Al margen del drama personal, los costes asociados por la descompensación de un paciente con cirrosis hepática son muy elevados. Por ello, es claramente coste-efectivo priorizar la erradicación de la hepatitis C en pacientes con el VIH, incluyendo los nuevos antivirales de acción directa frente al VHC".

No hay comentarios:

Publicar un comentario