viernes, 4 de marzo de 2011

adicciones, psicología, prevención cánabis

Diariomedico.com
ESPAÑA
LAS TERAPIAS AYUDAN A DEJAR LA ADICCIÓN
Prevención y percepción del riesgo frente al uso del cánabis
El consumo de cánabis está muy extendido en la población española, en especial entre los jóvenes. Este sector es el de más riesgo. Los expertos indican que la prevención y la percepción del riesgo son fundamentales para afrontar el problema de la adicción a esta sustancia.


Enrique Mezquita. Valencia. - Viernes, 4 de Marzo de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


El cánabis se ha convertido en la sustancia de consumo entre jóvenes y adolescentes que más ha crecido en los últimos años. Al margen del impacto del dato, lo que hace realmente que esta sustancia sea un problema emergente es que el 10 por ciento de las personas que prueben el cánabis, serán dependientes; además, en un 25 por ciento de esos casos, la dependencia se establece en los primeros tres años de consumo. Ello significa que hay una gran cantidad de población en riesgo de dependencia, ha explicado a DM Teresa Orengo, médico de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) El Grao, de Valencia.

Según Orengo, ponente en la jornada Cánabis: Toda la verdad, organizada por el Servicio de Psiquiatría del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, un gran problema relacionado con el cánabis es que la percepción de riesgo por parte de la población es muy baja. Muchos piensan que se trata de una droga blanda y que no pasa nada por consumir, pero la realidad es que los problemas de tipo psiquiátrico que pueden asociarse a su consumo son muy importantes. Por ejemplo, en personas vulnerables puede provocar trastornos psicóticos, esquizofrenia, cuadros depresivos y un descenso del rendimiento en el trabajo o los estudios. A esto hay que sumar los problemas derivados de fumar cánabis, que serían similares a los del tabaco, pero más importantes.

Otro de los retos es acabar con la percepción o mito de que los adictos a cualquier sustancia son de muy difícil rescate "y no se recuperan nunca, pero tenemos un 30-40 por ciento de abstinencia. Estos resultados son similares a los de otras adicciones, pero también a los de otras enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión. En definitiva, es importante remarcar que las personas pueden dejar de consumir y llevar una vida normal". Además, Orengo ha hecho hincapié en que es importante que estén sin consumir, pero también que aprendan estrategias para afrontar el consumo, ya que este conocimiento les permitirá regresar si tienen una recaída.

Prevención primaria
Según Orengo, el campo donde hay que trabajar con más ahínco es el de los adolescentes, sobre todo porque se encuentra un poco abandonado. En su opinión, "se debe trabajar la prevención primaria en esa franja de edad, que es cuando, generalmente, entran en contacto con la sustancia y empiezan los primeros usos".

La especialista ha insistido en que" podemos ser más eficaces trabajando la percepción de riesgo en esa etapa, como se ha hecho, y muy bien, con el tabaco". Este abordaje podría realizarse en otras sustancias, como el alcohol. Una vía en este contexto es acercarse a los jóvenes a través de internet y las nuevas tecnologías, además de acceder a sus centros educativos.

Los tratamientos
Respecto a los tratamientos habituales, el enfoque más importante es el psicológico: "hay evidencias serias y muy importantes de que la terapia cognitivo-conductual, la motivacional o la de incentivos, por ejemplo, son eficaces en el abordaje de la adicción al cánabis, siempre que sean desarrolladas por profesionales entrenados, como los psicólogos clínicos". Orengo también ha hecho hincapié en que se debe tener en cuenta que cada paciente tiene unas características y contexto propio, apuntando que eso implica que hay que analizar en cada caso si, por ejemplo, es mejor emplear una terapia grupal o individual.

Desde un punto de vista farmacológico, "disponemos de menos estudios que nos señalen que existe una fármaco que sea eficaz y diana. Por ello, lo que se hace es un tratamiento sintomático, que ayuda a tratar los síntomas de la abstinencia y terapia psicológica".

En relación con posibles novedades, Orengo ha señalado que hay "ensayos clínicos en cánabis con rimonabant, fármaco que se retiró hace unos años. Además, también hay alternativas de nuevos fármacos, como los inhibidores de la amantadina, pero aún están en evolución, y ensayos con programas de mantenimiento con cánabis oral, parecido a los de los opiáceos, pero tampoco se dispone de resultados. En unos años tendremos nuevas herramientas farmacológicas".



Criterios de la adicción
Para diagnosticar la existencia de una adicción, Orengo ha explicado que "nos manejamos con el DSM-IV, que presenta unos criterios muy claros sobre cuándo existe dependencia a cualquier sustancia, incluida el cánabis". Entre ellos se incluye el fenómeno de la tolerancia -necesitar cada vez más sustancia para tener más efecto-; la abstinencia -aparición de un cuadro específico cuando se deja de consumir la sustancia-; la necesidad de consumir la sustancia para no encontrarse mal; la perdida de control -que la sustancia ocupe gran parte del tiempo del paciente-, y el hecho de que ocupe un lugar central en la vida de la persona, incluyendo dejar de hacer actividades habituales para poder dedicarse a ella. En este escenario, Orengo ha señalado una característica fundamental: "El hecho de que, a pesar de que sabes y tienes conciencia clara de que te está perjudicando y que altera tu vida y tus relaciones con los demás, sigues consumiendo esa sustancia".Se debe trabajar en la prevención primaria del uso del cánabis en los adolescentes, pues en esa edad suelen entrar en contacto con la sustanciaEn los tratamientos es muy importante analizar cada caso y tener en cuenta que cada paciente tiene unas características y un contexto propio
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