martes, 11 de enero de 2011

Vanguardia oncológica a la orilla del mar - DiarioMedico.com

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ESPAÑA
más fácil innovar en un hospital pequeño
Vanguardia oncológica a la orilla del mar
El tratamiento del cáncer en España es uno de los más avanzados a nivel internacional, gracias a la labor de los especialistas y a la innovación terapéutica y organizativa de los hospitales. No sólo las grandes capitales concentran la mejor calidad asistencial: hay buenos ejemplos de ello repartidos por todo el país. Así, en la Plataforma de Oncología del Hospital USP San Jaime, en Torrevieja, que ya ha cumplido diez años, diferentes especialistas aplican los últimos adelantos con tratamientos de vanguardia y un enfoque multidisciplinar de la asistencia.


Sonia Moreno - Martes, 11 de Enero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.



Antonio Brugarolas dirige la Plataforma de Oncología de USP Hospital San Jaime, en Torrevieja


Torrevieja no es un nombre que venga a la cabeza cuando se piensa en vanguardia biomédica, pero en esta ciudad costera de Alicante sigue madurando un proyecto, ya con diez años de andadura, que reclama su lugar en la oncología de referencia. Su director, Antonio Brugarolas, un oncólogo de dilatada experiencia en la sanidad pública y privada, recuerda el día en que pensó en cómo le gustaría hacer las cosas si pudiera partir de cero: "Lo escribí en un papel. Cuando terminé, me dio la impresión de que todo encajaba y lo siguiente que pensé fue: si encuentro un sitio donde poder hacer esto, me voy". En septiembre de 2000, Brugarolas puso en marcha la Plataforma de Oncología del Hospital USP San Jaime. En realidad, la idea de que la atención oncológica pivote sobre la estructura de una plataforma no es nueva; de hecho, las plataformas constituyen una fórmula bien conocida en el ámbito empresarial. Aplicada a la asistencia de una enfermedad tan compleja como el cáncer, el gran beneficiado es el paciente, que se convierte en el protagonista y alrededor del cual un equipo multidisciplinar trabaja en el diagnóstico y tratamiento. El enfermo con cáncer es visitado por los especialistas que precise en una primera consulta. "Puede parecer una servidumbre que diferentes médicos acudan a la consulta a ver a un paciente, pero no es así; esa persona hubiera tenido que ir otras tantas veces al hospital para ver a esos médicos y ellos, si todo se hace correctamente, tendrían que haber hablado en sesión. De esta forma, se hace en un día y todos ahorramos tiempo". En la Plataforma, la colaboración entre los especialistas es tan importante como la distribución de las salas: "En un cáncer de mama puede tener tanto peso lo que diga el médico nuclear como el oncólogo, y eso es lo que define una plataforma. Así se ofrece el mejor nivel. De otra forma, no todo el que pueda tener algo interesante que decir está presente".

Tras los detalles sobre la organización, los resultados: "Empezamos a tener cifras, porque nada de esto tiene sentido si no es en aras del paciente. En cáncer de colon, que es lo primero que hemos observado, subimos en 20 puntos porcentuales la supervivencia del tumor precoz, en comparación con la literatura. Estamos en un 85 por ciento, sumando todos los grupos (I, II, III), con predominio de los II y III sobre el I. En el grupo I, en centros de referencia estadounidenses la supervivencia se sitúa en el 80 por ciento, pero en el III se sitúa en el 50. En el cáncer metastásico estamos en un 15 por ciento sin recaídas y hemos prolongado la supervivencia media en seis meses. Así que unir lo mejor de cada especialidad mejora en seis meses lo que se obtiene con otros métodos".

Brugarolas: "Unir lo mejor de cada especialidad aumenta en seis meses la supervivencia media en determinados tumores de colon"

Para Brugarolas es más fácil innovar en una plataforma dentro de un hospital pequeño que en uno mayor, donde en general se compite más. "Es evidente que no tenemos los medios de un gran hospital, pero somos uno de los centros españoles que más ha avanzado en estos últimos años en innovación terapéutica". Ejemplos de ello son los programas que han incorporado sobre el estudio genético del cáncer, la farmacoterapia individualizada, la radioterapia intraoperatoria, la radiofarmacia y la cirugía robótica.

'Microarrays'

Muchos tumores se definen hoy en día molecularmente. En algunos la expresión de ciertos genes indica a qué fármacos son resistentes y con cuáles se obtendría mejores resultados. "A través de la Fundación Tedeca de la Plataforma llevamos a cabo un proyecto de validación de microarrays del cáncer de mama", explica Brugarolas. El programa, puesto en marcha el pasado verano, determina el perfil genético del tumor a partir de una biopsia. Para ello, Ramón González Manzano, oncólogo formado en biología molecular en la Universidad de Cambridge y en el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense y ahora especialista en la Plataforma, ha preparado a partir de la literatura científica los chips de ADN.

El análisis molecular de los tumores determinará poco a poco el tratamiento; así, el mismo fármaco servirá en un glioma y un cáncer de pulmón

"No es habitual que un investigador en biología molecular se dedique al trabajo descriptivo, como en este caso; normalmente prefieren centrarse en descubrir nuevos genes que sirvan de potencial diana terapéutica", destaca Brugarolas. Esta experiencia ya se ha aplicado a una veintena de pacientes. "En todos ellos hemos visto dianas para tratamientos insospechados. Es muy pronto para apreciar los resultados y hay que tener en cuenta que llegaban en muy malas condiciones", reconoce, y cita, a modo de ejemplo, el caso de un enfermo con un tumor cerebral resistente a todos los fármacos al uso en el que el análisis molecular ha revelado la expresión de genes que lo asemejan en ese nivel a un adenoma hipofisario; "podría responder a un medicamento que no es ni siquiera quimioterápico".

Por su perfil genético un cáncer de colon, un sarcoma y un tumor de mama pueden expresar los mismos genes, y por tanto, recibir el mismo tratamiento. Es lo que ocurre con el fármaco imatinib, la bala mágica frente a BCR-ABL, que funciona bien en la leucemia mieloide crónica, el sarcoma de células estromales abdominal y la eosinofilia idiopática, una enfermedad hematológica benigna. "De nuestros casos analizados, confirmamos genéticamente la resistencia a fármacos y además, aparecían expresados otros genes para los que podrían ser activos ciertos medicamentos que estaban fuera del arsenal habitual".

La radioterapia intraoperatoria consigue concentrar en un día las dosis de varias semanas; paciente y médico ganan tiempo



Experiencia en radioterapia intraoperativa y bracquiterapia de alta tasa en tiempo real

En una planta con forma de U para separar el flujo de pacientes y médicos, se administran algunos de los tratamientos radioterápicos. Ignacio Azinovic, el responsable de la Unidad de Radioterapia, destaca entre los más novedosos la braquiterapia de alta tasa en tiempo real, un tratamiento que con implantes temporales permite en una sesión administrar el equivalente a tres semanas de terapia; en contrapartida, el paciente necesita sedación y anestesia epidural. "Sobre todo se administra en cáncer de próstata, de riesgo alto e intermedio, con muy buenos resultados. También lo aplicamos en ciertos tumores de pulmón. Posibilita dar una dosis muy alta, en una zona bien limitada y con buena tolerancia". El especialista prepara un estudio prospectivo para comparar los resultados de la braquiterapia en próstata con los obtenidos en la radioterapia externa. En algunas ocasiones, los casos de radioterapia se planifican sobre imágenes de resonancia magnética (RM). Aurora Crespo, de la Unidad de Medicina Nuclear, apostilla que "implantamos la PET-TC con un tablero que reproduce el de la radioterapia, con lo que al tomar las imágenes el paciente está colocado exactamente igual que donde va a recibir el tratamiento. De esa forma, la imagen les sirve para todos los estudios que vayan a realizar de planificación de la radioterapia. Y así se añade la información metabólica del área que hay que tratar", algo de especial importancia en tumores de cabeza y cuello, pulmón y esófago y en los retratamientos.

Planificación es también lo que se busca en la radioterapia intraoperatoria. En España existe un proyecto muy ambicioso, impulsado por el Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid) y en el que también participan el San Jaime y el de Castellón, para desarrollar un sistema de planificación basado en un programa informático. "Somos uno de los centros elegidos internacionalmente para probar la utilidad clínica de ese desarrollo", afirma Azinovic. La unidad cuenta entre sus activos con el Mobetrón, un acelerador portátil que administra la radiación en el quirófano.La radioterapia intraoperatoria se emplea en todos los tumores, aunque en especial aquí lo hacen en mama, donde en un día administran una radiación que equivale a cinco semanas de dosis externas. Siguen el mismo protocolo que en el Instituto Europeo del Cáncer de Milán, de donde han importado la técnica. En el centro milanés llevan a cabo un estudio prospectivo que compara el tratamiento convencional con la radioterapia intraoperatoria en un día. "Aún no hay resultados publicados, pero si son positivos, cambiarán los estándares porque avalarán una técnica que en un día logra lo equivalente a treinta con el procedimiento externo". No obstante, la selección de pacientes es clave: a partir de 50 años y con tumores muy pequeños.


Fármacos

La Unidad de Radiofarmacia está equipada para preparar y manejar sus propios fármacos radiactivos. De hecho, es cuestión de meses que reciba la aprobación para convertirse en un Laboratorio Radiofarmacéutico y así cumplir el requisito burocrático para poder ofrecer este servicio a otros hospitales. Además, la unidad participa en varios trabajos de investigación en marcha. Una de sus especialistas, Aurora Crespo, explica que "hay tratamientos en cáncer basados en medicamentos radiactivos que están en ensayos y que a falta de la aprobación en España sólo pueden administrarse en el marco de un estudio clínico internacional". En el campo oncológico en los últimos años se han desarrollado nuevos fármacos radiactivos para las metástasis óseas, hepatocarcinomas y linfomas. "Pero hay una infinidad de posibilidades y muchas ya están en estudio".

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