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Journal of Medical Microbiology
Sugieren que la resistencia antibiótica no sólo tiene raíz genética

La resistencia genética a los antibióticos no es la única arma que tienen las bacterias para evadir su erradicación, ya que también se valen de una segunda estrategia conocida como persistencia. Así lo señala en el último número de Journal of Medical Microbiology un equipo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, que ha estado coordinado por Jan Michiels.


Redacción - Lunes, 10 de Enero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.


Los autores desvelan que son ambos mecanismos, el genético y el de persistencia, los que elevan la supervivencia bacteriana, un hallazgo que podría mejorar el desarrollo de tratamientos para infecciones multirresistentes.

Las llamadas células bacterianas persistentes son capaces de sobrevivir a niveles letales de antibióticos sin ser genéticamente resistentes al fármaco, pero el fenómeno que les confiere tal supervivencia aún no está claro. Gracias a un estudio realizado sobre Pseudomonas aeruginosa, han llegado a la conclusión de que el número de células persistentes aisladas en infecciones por este patógeno desciende cuando la población bacteriana muestra resistencia genética ante el antibiótico fosfomicina.

Michiels sugiere en el estudio que las células persistentes son producidas en pocas cantidades, algo que no les impide hacer casi imposible la eliminación total de la infección. Como resultado, el tratamiento con antibióticos se alarga de forma significativa, una terapia que puede estar directamente relacionada con el número de células persistentes que aparecen en la infección.

Los investigadores creen que dirigirse hacia este fenómeno de la persistencia es una de las opciones más prometedoras; conocer la relación entre genética y persistencia será necesario para desarrollar terapias únicas que se dirijan a ambos mecanismos.
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