domingo, 9 de enero de 2011

La Gaceta - Memoria de una maníaco-depresiva

Memoria de una maníaco-depresiva
Domingo 9 de Enero de 2011 | Una enfermedad en gran parte desconocida



| CREÍBLE. El relato de Cheney logra situar las alternancias dramáticas de la patología bipolar con el intento permanente de disimular los desequilibrios.

AUTOBIOGRAFíA
BIPOLAR
TERRI CHENEY
(Suma de Letras - Buenos Aires)


Aunque el texto en inglés -Maniac- enfatiza un extremo de esta enfermedad conocida clásicamente como psicosis maníaco-depresiva, el título Bipolar extiende su significación cíclica dando al lector perspectivas más completas.

El relato logra situar las alternancias dramáticas de la patología con el intento permanente de disimular los desequilibrios que la protagonista describe. En este contexto autobiográfico, la primera persona atrapa al espectador dentro de un infierno íntimo en el que los pasos están progresivamente descritos como inevitables y concientes al mismo tiempo. La euforia paulatina, característica de la enfermedad, asciende como falsa alegría -hipomanía- hacia una excitación insoportable que debe ser descargada de cualquier modo.

Con lenguaje sencillo, la autora transmite minuciosamente sus dramáticas transformaciones, incluidos intentos suicidas, clásicos en episodios depresivos-melancólicos. Sus relatos incluyen todo tipo de itinerarios terapéuticos, desde los químicos a los psicológicos, tratando de modificar la estructura repetitiva de la enfermedad. Así se alude a las trillizas dopamina, serotonina y noradrenalina en el campo farmacológico. Y la necesidad de soportar la verdad, o por lo menos aprender a mentirse, en el campo de la psicoterapia.

Tanto el éxito profesional de la autora, como el brillo social alcanzado y perdido, ofrecen un marco creíble, verosímil.
Es una historia de supervivencia y, como tal, el lector acompaña con sus propios escenarios las vicisitudes de la protagonista. El sufrimiento crónico y cíclico patentizado en la historia invita a ser piadoso con ciertos contenidos y descripciones sobre lo vivido. Así, algunos diálogos tienen la impronta de encuentros románticos, suspendidos prudentemente para evitar excesos eróticos literarios. Salvo, por supuesto, que estén más justificados por la bipolaridad que por pasiones comunes.

En suma, un texto para leer sin contagiarse. Cuando el lector anhela alguna forma de solución debe considerar contra qué se lucha. Acá, el enemigo tiene determinismo, crueldad y aunque se lo combata permanece en gran parte desconocido. Al decir de Primo Levi, cuando comprender es imposible, conocer es indispensable.

Estas memorias de una maníaco-depresiva, como dice el subtítulo del libro, se enriquecen especialmente por la subjetividad femenina, una complejidad comparable con los misterios del universo.
© LA GACETALa Gaceta - Memoria de una maníaco-depresiva

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