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ESPAÑA
HAY UNA MENOR LONGITUD DENDRÍTICA Y ESTRUCTURAS NEURONALES MENOS COMPLEJAS
La alteración de los ritmos circadianos se traduce en cambios metabólicos, neuronales y comportamentales
Investigadores de la Universidad Rockefeller y de la Universidad Mount Sinai, ambas en Nueva York, han llevado a cabo un ensayo sobre modelo animal en el que han logrado estudiar de forma no invasiva los efectos de la disrupción crónica de ritmos circadianos. Ilia N. Karatsoreos y Bruce S. McEwen son dos los autores del trabajo, que se publica hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences.
DM - Martes, 11 de Enero de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
La sincronía entre fases de luz y oscuridad, mantenida en mamíferos por el núcleo supraquiasmático hipotalámico, se ha visto modificada en los últimos cien años debido a la evolución tecnológica, de manera que las conexiones entre los ciclos de actividad/descanso y las fases de luz/oscuridad se han roto. En este contexto, los autores han puesto a los animales en situaciones de luz/oscuridad incongruentes para con sus ritmos circadianos, lo que les ha permitido comprobar que su peso aumentaba y que las hormonas metabólicas quedaban alteradas. En el cerebro, los ratones con ritmos circadianos alterados mostraban una pérdida de longitud dendrítica y una menor complejidad en las estructuras neuronales del córtex prefrontal prelímbico. Además, mostraban una flexibilidad cognitiva reducida.Pese a que los autores creen que no se puede trasladar directamente este conocimiento a la realidad humana, sugieren que han dado con un modelo que puede explicar cómo la ruptura de ritmos circadianos afecta al cerebro, al comportamiento y la fisiología.
(PNAS 2010; DOI: 10. 1073/pnas.1018375108).
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