miércoles, 19 de enero de 2011

Hospital Universitario Madrid Sanchinarro (HMS): Quimioterapia Hipertérmica [HIPEC] :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

Los expertos confirman el valor de la HIPEC en el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal por carcinoma de ovario

Redacción

La Quimioterapia Hipertérmica Intraperitoneal surge como una opción terapéutica eficaz y potencialmente curativa en un número importante de pacientes afectos de carcinomatosis peritoneal, según se destaca en una sesión clínica en el Hospital Universitario Madrid Sanchinarro


Madrid (19-1-2011).- Expertos reunidos recientemente en una sesión clínica sobre Quimioterapia Hipertérmica Intraperitoneal (HIPEC) celebrada en el Hospital Universitario Madrid Sanchinarro (HMS), perteneciente al Grupo Hospital de Madrid, coincidieron en destacar el valor de esta técnica en el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal causada por carcinoma de ovario, tal y como han explicado los doctores Emilio Vicente, director del Servicio de Cirugía General y Digestiva del HMS, y Yolanda Quijano, co-directora del mismo servicio, organizadores del foro.

Desde que el pasado septiembre se puso en marcha el programa de HIPEC en los servicios de Cirugía General y Digestiva de los hospitales universitarios Madrid Sanchinarro y Madrid Montepríncipe (HMM) y el Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), anexo al primero de ellos, en colaboración con su Servicio de Oncología, seis enfermos se han beneficiado de este procedimiento en el HMS, que trata con esta técnica a los afectos de carcinomatosis peritoneal secundaria a cáncer de ovario y cáncer de colon.

El programa HIPEC se incluye en la cartera de servicios de la Unidad de enfermedad tumoral peritoneal, coordinada por Antonio Cubillo, y que integra a especialistas de los servicios del Grupo HM de Ginecología Oncológica doctor Lucas Minig y su equipo), Oncología (doctor Cubillo) y Cirugía (doctores Vicente y Quijano y su equipo en el HMS, y Fernando Lapuente en el HMM).

La HIPEC surge “como una opción terapéutica eficaz y potencialmente curativa en un número importante de pacientes afectos de carcinomatosis peritoneal” que, asociada con una citorreducción primaria óptima “condiciona una mayor supervivencia y un periodo libre de enfermedad más prolongado”, explica el doctor Vicente.

Los beneficios de esta técnica se pusieron de manifiesto en la sesión clínica celebrada en el HMS, donde Francisco Cristóbal, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, estimó que el criterio básico para ofrecer la HIPEC es “ofrecer al paciente una citorreducción máxima”.

Asimismo, el experto explicó que el cáncer de ovario representa el paradigma para la HIPEC, y por lo tanto es la técnica que debe aplicarse, dado que el 70-80 por ciento de los casos son diagnosticados en estadios avanzados, su supervivencia con tratamiento convencional es del 10-25 por ciento a los cinco años del diagnóstico, se produce un crecimiento loco-regional inicial y una importante quimiosensibilidad, la diseminación hematógena es tardía y excepcional y diversos ensayos demuestran el beneficio de la HIPEC postoperatoria.

Indicada como línea terapéutica

En su opinión, está claramente indicada, como primera línea terapéutica, en pacientes afectas de carcinoma de ovario o con recurrencia tumoral; mientras que en estadio tumoral avanzado (fases III ó IV) puede estar también justificada tras recibir tratamiento quimioterápico y confirmar una adecuada respuesta que permita una resección quirúrgica completa.

De esta forma, el Dr. Muñoz señaló que la supervivencia actual aumenta al 45 por ciento cinco años después del diagnóstico en pacientes con carcinomatosis peritoneal secundaria a carcinoma de ovario sometidas a resección completa de implantes tumorales (peritonectomía o resección o eliminación total de implantes tumorales y posterior tratamiento con HIPEC).

Por último, subrayó la importancia de dos aspectos en el tratamiento de pacientes con carcinomatosis peritoneal: definir con claridad la afectación peritoneal mediante la realización de todas las pruebas diagnósticas necesarias (TAC, PET-TAC, y/o exploraciones endoscópicas y laparoscópicas); y tener en cuenta que la resección quirúrgica sólo se puede efectuar en centros médicos con equipos quirúrgicos de cirugía general que posean una adecuada y dilatada experiencia en el tratamiento de procesos tumorales de la cavidad abdominal.

Por su parte, Mª Jesús Rubio Pérez, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, compartió la experiencia del citado centro en 160 pacientes afectas de carcinomatosis peritoneal de origen ovárico de un total de 261 tratadas por diferentes patologías.

La secuencia considerada estándar del tratamiento de estas pacientes consiste en la realización de una cirugía citorreductora óptima inicial seguida de quimioterapia complementaria, siendo la primera pauta el aspecto más importante puesto que la cirugía óptima influye sobre la supervivencia, así como en las respuestas completas a la quimioterapia, y la tasa de supervivencia depende del nivel de especialización del cirujano, explicó, insistiendo en que, por ahora, y si es posible, la cirugía adecuada no debe ser reemplazada por la quimioterapia.

En esta línea, enumeró como pacientes que pueden beneficiarse de la neoadyuvancia (tratamiento quimioterápico antes de la cirugía) aquellos con mal estado general, enfermos sin posibilidad de cirugía citorreductora óptima, los que tengan ascitis abundante, pacientes que se encuentren en estadio IV con afectación pulmonar/pleural o hepática extensa, y los que requieran cirugía citoreductora muy mutilante.

Y es que entre las ventajas de la neoadyuvancia destacan una supervivencia igual a la de la cirugía de inicio, menores complicaciones postoperatorias, mejor calidad de vida y la eliminación de cirugías agresivas en tumores resistentes a la quimioterapia, tal y como expuso la experta citando los resultados del estudio EORTC 55971.

Finalmente, Sebastián Rufián, de la Unidad de Gestión Clínica y Cirugía General y Digestiva del mismo hospital cordobés, explicó por qué se considera que el tratamiento quirúrgico idóneo para pacientes afectos de carcinomatosis peritoneal secundario a carcinoma de ovario consiste en la realización de una resección completa del tumor (peritonectomía) asociada al uso de la HIPEC.

Su respuesta a esta cuestión pasa por el conocimiento de que la diseminación peritoneal es una afectación loco-regional, y no la manifestación de una enfermedad sistémica, por lo que una cirugía radical asociada a dosis altas de HIPEC permite eliminar en su totalidad la enfermedad macroscópica y microscópica existente.

También este experto destacó ventajas de esta técnica tales como la menor toxicidad sistémica que produce, la distribución homogénea del tratamiento, la neutralización de la diseminación del cirujano, su efecto antineoplásico directo, la mayor penetración celular y la potenciación de la acción del citostático.

La Quimioterapia Hipertérmica Intraperitoneal es un tratamiento de “intensificación terapéutica regional” basado en una cirugía de carácter radical dirigida a eliminar todo el tumor macroscópico localizado en la cavidad abdominal, seguida de la aplicación inmediata de quimioterapia regional intraperitoneal a alta temperatura, explican los doctores Vicente y Quijano.

La HIPEC en el Grupo HM

La especial complejidad técnica del tratamiento multidisciplinar que implica la HIPEC aconseja que sólo se realice en centros especializados y que acrediten la suficiente experiencia, capacidad y casuística. Estos centros deben garantizar, entre otros aspectos, una rigurosa selección de los pacientes. En el territorio nacional, sólo catorce centros hospitalarios desarrollan este procedimiento técnico, la mayoría de ellos en el sector público (sólo tres son del privado).

En este sentido, el Grupo HM posee un importante y numeroso grupo médico-quirúrgico con acreditada experiencia en el diagnóstico y tratamiento de los procesos tumorales. Según el Dr. Vicente, y la Dra. Quijano la HIPEC llega así al Grupo HM “en el momento óptimo, una vez consolidado el proyecto hospitalario en el concierto médico nacional y con el objetivo de cubrir una demanda real, como es el tratamiento del elevado número de pacientes que pasan por nuestras consultas con carcinomatosis peritoneal”.

Dadas las características del CIOCC, centro de referencia nacional para el tratamiento de procesos tumorales y en el que diariamente se trata un elevado número de los mismos, el experto calcula que sólo durante el primer año de actividad, al menos 20-25 pacientes se beneficiarán de este tipo de tratamiento, y estima que posteriormente el número podría superar los 50 pacientes al año en el conjunto de los hospitales del Grupo HM.
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