viernes, 16 de abril de 2010

Hallan la función cerebral de dos genes de la esquizofrenia :: Diariomedico.com :: ESPAÑA


Óscar Marín (1 de 2)
Óscar Marín, investigador del CSIC. (DM)

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ESPAÑA
CLAVE EN LAS CONEXIONES INHIBIDORAS DE LA CORTEZA
Hallan la función cerebral de dos genes de la esquizofrenia

Un estudio sobre esquizofrenia realizado por Óscar Marín y Beatriz Rico, investigadores del CSIC, ha hallado que los genes NRG1 y ERBB4 son esenciales para establecer las conexiones inhibidoras entre las neuronas de la corteza cerebral. El trabajo se publica en Nature.


Redacción - Jueves, 15 de Abril de 2010 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. El descubrimiento ayudará a conocer más detalles sobre las causas de la disfunción y proporciona pistas para la búsqueda de nuevos fármacos
2. Si se trastorna la función de estos genes por una mutación, la corteza cerebral pierde inhibición, lo que da lugar a importantes desajustes


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Imagen de un tipo de interneurona, llamada célula en candelabro, cuyas sinapsis se ven afectadas por la pérdida de función de ErbB4 y que también está dañada en pacientes con esquizofrenia. (CSIC)

Se calcula que la esquizofrenia afecta aproximadamente a un 1 por ciento de la población mundial, lo que arroja una cifra de más de 300.000 casos en España. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desvelado la función que dos genes relacionados con la esquizofrenia, NRG1 y ERBB4, cumplen en la corteza cerebral. El hallazgo, que se publica hoy en Nature, permitirá conocer algo más sobre las causas de esta enfermedad y abre la puerta a la búsqueda de fármacos más efectivos para combatirla.

Se sabe poco sobre las causas de la esquizofrenia, aunque parece que se debe a la alteración simultánea de varios genes. Dos de ellos son NRG1 y ERBB4, cuya mutación en ratones de laboratorio produce alteraciones similares a las descritas en los enfermos de esquizofrenia.

El estudio del CSIC, dirigido por los investigadores Óscar Marín y Beatriz Rico, del Instituto de Neurociencias (centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández de Elche), ha demostrado que estos dos genes desempeñan un papel clave en el desarrollo de las conexiones de las interneuronas inhibidoras de la corteza cerebral (neuronas cuya misión es modular y sincronizar la actividad de las neuronas principales de la corteza).

"La corteza cerebral es la región más compleja de nuestro cerebro, responsable de nuestra capacidad de razonamiento, del lenguaje y del comportamiento social", ha explicado Rico. Su funcionamiento depende de las conexiones neuronales, las sinapsis, que pueden ser de dos tipos, excitadoras o inhibidoras, según activen o detengan la actividad neuronal.

Marín ha añadido que "por nuestras investigaciones anteriores ya sabíamos que estos genes eran muy importantes para el desarrollo temprano de las neuronas inhibidoras de la corteza cerebral. Ahora hemos descubierto que no sólo juegan un papel importante en las fases iniciales del desarrollo, sino que también son responsables de que sean capaces de conectarse con otras neuronas".

Desajustes funcionales
En concreto, los dos genes cumplen una doble función. Por un lado, permiten la formación de conexiones entre neuronas inhibidoras y excitadoras y, por otro, son necesarios para que las interneuronas reciban las conexiones excitadoras. "Por ello, si se pierde la función de estos genes (por ejemplo por una mutación) la corteza cerebral pierde inhibición, lo que da lugar a importantes desajustes funcionales", ha concluido Rico.
(Nature. DOI:10.1038/nature08928)

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