miércoles, 15 de julio de 2009

El coeficiente intelectual puede explicar parte de la diferencia en mortalidad cardiovascular entre personas de renta alta y baja


Diariomedico.com
ESPAÑA
El coeficiente intelectual puede explicar parte de la diferencia en mortalidad cardiovascular entre personas de renta alta y baja
Un estudio afirma que el coeficiente intelectual de una persona explica parte de la diferencia en los accidentes cardiovasculares entre personas de rentas altas y bajas.


Redacción - Miércoles, 15 de Julio de 2009 - Actualizado a las 01:01h.


El estudio se publica en European Heart Journal y se basa en el análisis de 4.289 antiguos soldados estadounidenses y concluye que más del 20 por ciento de las diferencias en mortalidad que se observan entre personas de mayor y menor renta.

David Batty, autor principal del estudio, señala que ya se sabía que la posición socioeconómica influye en la salud y la expectativa de vida. "Los factores ambientales y los hábitos de vida pueden explicar parte de esta variación pero no toda", afirma.

Batty es epidemiólogo, Research Fellow del Wellcome Trust en la Universidad de Glasgow (Reino Unido) y en la Universidad de Edimburgo (Reino Unido). Él y sus colegas escogieron trabajar con datos de ex soldados estadounidenses porque existía una información muy detallada sobre su estado de salud.

"Nuestro objetivo era identificar qué provocaba ese mayor riesgo cardiovascular observado en las personas de estrato socioeconómico más bajo. Saberlo es importante para tratar de resolver el problema". El riesgo de morir de infarto o ictus puede ser entre dos y siete veces mayor en personas de rentas más bajas.

Los autores descubrieron que las divergencias de mortalidad cardiovascular entre personas de diferente renta podían explicarse en un 40 por ciento teniendo en cuenta nueve factores de riesgo conocidos, como el tabaco o la obesidad. Pero si se añadía al análisis la edad y el coeficiente intelectual, se lograba explicar entre un 63 y un 65 por ciento de la variación de la mortalidad. "La comparación entre los análisis nos demuestra que el coeficiente, por sí solo, explica hasta un 23 por ciento de la variación entre los más ricos y los más pobres".

Un editorial de la revista, escrito por Michael Marmot -ex presidente de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud de la OMS- y Mika Kivimäki, del University College London, señala tres posibles causas para esta influencia del coeficiente: En primer lugar, que las personas más inteligentes tengan un mejor conocimiento acerca de cómo cuidar su salud. En segundo, que más inteligencia provoque una posición socioeconómica más elevada porque lleve a una mejor educación, más ingresos, etc. Y finalmente, que la inteligencia sea el marcador de otra cosa, como ciertas influencias en la primera etapa de la vida que a su vez determinen el riesgo de mortalidad.

Salud pública
El editorial señala que, sea como fuere, el estudio "deja claro que lo que sucede en la mente debe tenerse en cuenta para entender cómo las circunstancias socioeconómicas en que viven las personas influyen en su salud y bienestar".

Batty, a su vez, indica que sus hallazgos pueden tener repercusiones en salud pública. "Las conclusiones implican que los esfuerzos para reducir desigualdades sanitarias deben tener amplias miras e incluir la igualdad de oportunidades educativas y otras intervenciones en las primeras etapas de la vida". Por otra parte, "es posible que deba considerarse el nivel cognitivo del público y que, por ejemplo, algunos mensajes de salud pública sobre dieta, ejercicio y tabaco deban simplificarse".

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