sábado, 9 de mayo de 2009

laser en lesiones vasculares


Diariomedico.com
ESPAÑA
Un nuevo láser vascular puede tratar varios tipos de lesiones
Dos en uno. Así es el láser de última generación Cynosure, que aúna las características de dos láseres anteriores, lo que permite tratar tanto las lesiones vasculares superficiales como las invasivas. El Hospital de San Pablo, de Barcelona, lo aplicará a niños con carácter pionero.


Patricia Morén. Barcelona - Martes, 5 de Mayo de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales
1. Este aparato de última generación aúna las características de dos láseres, lo que permite tratar lesiones tanto superficiales como invasivas

Un láser de última generación, el Cynosure, que aúna las características del láser de colorante pulsado y del láser Neodimio yag, permite tratar tanto las lesiones vasculares superficiales como las más profundas o invasivas. El Hospital de San Pablo, de Barcelona, acaba de adquirir uno de estos láseres e inaugurar las instalaciones donde se ha ubicado. En estos momentos se trata del primero con estas características que se instala para niños en la sanidad pública catalana, ya que actualmente otro centro público, el Hospital Universitario de Bellvitge, dispone de otro láser de este tipo, pero aplicado a adultos.

La adquisición de esta tecnología por parte del Servicio de Dermatología del San Pablo ha sido posible gracias a la donación de una fundación que prefiere permanecer en el anonimato, ha explicado Agustín Alomar, jefe del Servicio de Dermatología del San Pablo. Con ella, este centro se ha convertido en referencia en Cataluña para el tratamiento de las lesiones vasculares infantiles.

Programa pionero

Y también ha impulsado un programa multidisciplinar de lesiones vasculares en la infancia, pionero en España, para el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de las malformaciones vasculares y hemangiomas que requieren de la implicación de las diferentes especialidades, bajo la dirección de Eulalia Baselga, dermatóloga pediátrica que se ha formado durante años en Estados Unidos, y la coordinación del Servicio de Dermatología que dirige el mismo Alomar.

De esta forma, los paciente pediátricos con esas patologías son valorados conjuntamente por dermatólogos, cirujanos plásticos, oftalmólogos, radiólogos, radiólogos intervencionistas y cirujanos vasculares y pediatras, que decidirán la mejor opción terapéutica para cada caso.

Este comité valora la situación de los pacientes candidatos. Así, en ocasiones las lesiones faciales son, en realidad, la consecuencia de lesiones internas y reveladoras de una afectación neurológica.

Otras veces estas lesiones pueden ulcerarse y, por lo tanto, es preciso tratarlas, y otras son benignas. En este último caso, aunque, de entrada, su tratamiento respondería a razones puramente estéticas, siempre habría que valorar el malestar psicológico que supondría para los niños afectados el no tratarlas, según Alomar.

Los hemangiomas y malformaciones vasculares (angiomas planos, mancha de vino de Porto y nevus flammeus), a menudo congénitos, constituyen una patología muy frecuente entre la población, ya que entre el 0,3 por ciento y el 10 por ciento de ella está afectada, respectivamente. Además, a menudo afectan a la cara y, lejos de desaparecer, aumentan con los años y pueden producir desfiguración y, según su localización, la impotencia funcional.

La previsión del Servicio de Dermatología del San Pablo es tratar con el nuevo láser, dentro del programa multidisciplinar que ofrece, a unos 250 niños estas lesiones vasculares, mientras que, hasta ahora, había que referirlos a Madrid, en concreto al Hospital Ramón y Cajal, con experiencia en este campo.

Una tecnología segura

El láser de última generación para lesiones vasculares infantiles es una tecnología segura que no tiene contraindicaciones, según Eulalia Baselga. Lo que sucede es que la respuesta en las lesiones que se hallan en ciertas localizaciones anatómicas, como los labios, es más lenta, al tratarse de una zona muy vascularizada, según Agustín Alomar. El láser se aplica con sedación o anestesia local en ciertos casos y con anestesia general en los más complicados.

Tras un promedio de cinco a siete sesiones, se logra una aclaración importante de la lesión o su desaparición. En el postoperatorio, los pacientes deben evitar el sol entre quince y veinte días y aplicarse cremas antibióticas. Actualmente, "el láser es el tratamiento de elección para las manchas vino de oporto y su uso en hemangiomas y otras lesiones vasculares complementa otras formas de tratamiento como la cirugía y la escleroterapia", según ha informado Baselga.

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